La Emérita ha retomado su agenda institucional presidiendo este jueves en Gijón la inauguración del X Congreso Nacional del Azheimer
La Reina Sofía de España reaparece radiante después de las recientes celebraciones familiares, incluyendo la mayoría de edad de la Princesa Leonor y su íntima celebración por sus 85 años. El cumpleaños se celebró con una comida en el Palacio de La Zarzuela, donde asistieron el Rey Felipe VI, las Infantas Elena y Cristina, la Infanta Sofía, Miguel e Irene Urdangarín.
Ahora, la Emérita ha retomado su agenda institucional y ha presidido este jueves en Gijón la inauguración del X Congreso Nacional de Alzheimer, organizado por la Confederación Española de Asociaciones con Alzheimer y otras demencias (CEAFA) en el Palacio de Congresos de Gijón.
Una reaparición muy diferente a la tristeza que fue incapaz de disimular en su último acto público antes de la Jura de la Constitución de la Princesa de Asturias, cuando rompió en llanto durante el nombramiento de Emilio Lora-Tamayo como Doctor Honoris Causa de la Universidad Camilo José Cela.
En esta ocasión, sin embargo, la Reina Sofía ha mostrado la mejor de sus versiones, apoyando con su presencia una causa con la que está especialmente comprometida por los problemas de salud que padecería su hermana Irene de Grecia.
Con un estilismo impecable, lució un traje chaqueta morado con raya diplomática en plateado, complementado con un broche en forma de flor, pequeños pendientes colgantes y varios collares. Su sonrisa reflejaba la felicidad tras haber celebrado su cumpleaños con gran parte de su familia.