La emérita se convierte en el principal apoyo de su hijo durante la competición
La Reina Sofía ha regresado a Mallorca para apoyar a su hijo, el Rey Felipe VI, en la última jornada de la Copa del Rey Mapfre. Aunque atraviesa un momento difícil debido al reciente fallecimiento de su tío segundo, el Príncipe Miguel de Grecia, doña Sofía ha decidido no faltar a este destacado evento deportivo.
La Reina emérita llegó al Real Club Náutico de Palma de Mallorca y se embarcó en una lancha para seguir de cerca las últimas pruebas en las que competía el AIFOS, la embarcación del Rey. Su presencia fue especialmente significativa, ya que hacía años que no se la veía en este lugar emblemático.
Con la Princesa Leonor y la Infanta Sofía en una ubicación no revelada de Palma de Mallorca y la Reina Letizia cumpliendo con sus deberes en los Juegos Olímpicos de París, doña Sofía se convirtió en el principal apoyo de Felipe VI durante la competición. Vestida con una elegante blusa azul eléctrico y pantalones blancos a juego, se mostró radiante y animada, apoyando a su hijo y respondiendo llamadas telefónicas.
Este gesto de la Reina Sofía no solo subraya su compromiso con la familia, sino también su fortaleza y dedicación en momentos cruciales. La imagen de la mujer del Rey Juan Carlos en alta mar demuestra el apoyo incondicional y mutuo que caracteriza a la Familia Real española.
La Copa del Rey Mapfre, que atrae a numerosos participantes y aficionados de todo el mundo, fue testigo de la dedicación de la Familia Real hacia el deporte y el compromiso con las tradiciones nacionales. A pesar de la tristeza que rodea a la familia, el evento se convirtió en una ocasión para celebrar tanto el legado deportivo de la realeza como su capacidad para mantener el equilibrio entre lo personal y lo oficial.