La monarca ha lucido un juego de pendientes, collar y pulsera de brillantes y zafiros que los Reyes Juan Carlos y Sofía le regalaron hace dos décadas
Tras celebrar este martes el 56º cumpleaños de Don Felipe en la intimidad, los Reyes han presidido en el Palacio Real la tradicional recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en España con motivo del inicio del nuevo año y, teniendo en cuenta que el dress code para las mujeres indicaba vestir de largo, todas las miradas estaban puestas en Doña Letizia.
Y, siempre impecable, la Reina no solo nos ha dado una lección de estilo por lo acertado de su look, sino también una muestra de austeridad al tirar de fondo de armario y dar una segunda vida a un elegantísimo vestido que, a simple vista, parecía de estreno. Pero no, ya que a pesar de ser un diseño ‘casi inédito’, lo lució en la Pascua Militar del año 2022, aunque por entonces la mascarilla sanitaria era obligatoria y su outfit pasó más desapercibido que en esta ocasión.
Se trata de un favorecedor vestido largo de tafetán en color azul, de corte camisero, manga larga y escote en uve, con falda de vuelo y lazada a juego marcando cintura, cuyo diseñador se desconoce hasta el momento. Y eso que hace ya dos años que se lo vimos por primera y única vez hasta ahora, cuando ha apostado por ‘reciclarlo’ en un acto tan significativo como la recepción al Cuerpo Diplomático acreditado en nuestro país.
Pero, al margen de este vestido que nos encanta y al que la Reina estaba tardando en dar una nueva ‘oportunidad’, si algo ha eclipsado el resto del conjunto son las joyas que ha lucido Doña Letizia, puesto que son las de su pedida de mano.
Un juego de pendientes, collar y pulsera de brillantes y zafiros que los Reyes Juan Carlos y Sofía le regalaron hace 20 años, con motivo de su compromiso con el entonces Príncipe Felipe, en noviembre de 2003. Un imponente conjunto que perteneció a la Reina María de las Mercedes y que Doña Letizia se puso por primera -y única hasta el día de hoy- vez en la fiesta previa a su boda, el 21 de mayo de 2004. Y no ha sido hasta ahora cuando la monarca ha decidido recuperar de su joyero ‘real’ estas piezas tan especiales como imponentes.