La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que uno de cada dos fumadores fallecerá a causa del tabaquismo, un hábito que no solo provoca enfermedades respiratorias y cardiovasculares, sino que también afecta gravemente a los huesos.
Según los especialistas de la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI), como el doctor José Luis Baquero, el tabaco reduce la generación de hueso, impide la correcta absorción del calcio y acelera la aparición de osteoporosis. Además, los fumadores con descalcificación ósea sufren dolores más intensos y de manera más temprana.
Ante este panorama, los expertos subrayan que la mejor decisión es abandonar el tabaco por completo. Sin embargo, quienes aún no se sienten preparados para dejarlo deben al menos reducir su consumo para minimizar los daños, especialmente a quienes los rodean, ya que el humo del tabaco es altamente cancerígeno.
Para quienes buscan ayuda, existen diferentes alternativas y tratamientos que facilitan el proceso de abandono, como la medicación, los parches, los chicles de nicotina o el snus, una pequeña bolsa de nicotina colocada entre el labio y la encía. Aunque estos productos no son inocuos, representan un paso intermedio para eliminar el humo del entorno y, en muchos casos, han permitido dejar la nicotina por completo.
Un ejemplo destacado es el del Reino Unido, donde los cigarrillos electrónicos se han convertido en una herramienta de deshabituación popular. Según los datos disponibles, dos de cada tres personas que los utilizan han conseguido dejar de fumar.
No obstante, los médicos advierten de que ningún método es universal y que cada proceso de abandono debe ser personalizado. Por ello, recomiendan hacerlo siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud que acompañe, oriente y controle los avances de forma segura y eficaz.