Tamara Falcó e Íñigo Onieva se dan un baño de realidad al regresar a España después de disfrutar de una luna de miel que los llevó por distintos destinos de África. La pareja hace su primera aparición en público y ante los focos de la prensa este sábado en la boda de Luisa Bergel y Christian Flórez, amigos de los recién casados.
Después de vivir el día más especial de su vida el pasado 8 de julio en el Palacio El Rincón, a Tamara Falcó e Íñigo Onieva, ahora les toca ser testigo del amor de esta pareja a la que tienen un cariño especial, fue Luisa quien les presentó hace años. Desde entonces -a pesar de los altibajos- su amor ha ido creciendo como la espuma hasta consolidarse hace casi dos meses.
Lugar de la ceremonia
La ceremonia está teniendo lugar en el Santuario de la Divina Misericordia, en Guadiaro, donde han desfilado distintas personalidades del ámbito artístico español, entre ellas, Vicky Martín Berrocal, quien también disfrutó ayer de la preboda.
Ha llamado especialmente la atención que la llegada de los Íñigo Falcó, ya ‘marido y mujer’ se haya producido por separado. Primero ha llegado él, parco en palabras y sin querer desvelar cómo se lo ha pasado en su luna de miel. Y Minutos más tardes ha aparecido en escena la hija de Isabel Preysler.
La Marquesa de Griñón ha estado mucho más simpática y sonriente que su marido. Y sí confesó a la prensa lo bien que se lo pasó en su luna de miel. Dijo que ha ido “muy bien, fenomenal” y además, espera pasar un gran día acompañando a su amiga. Ha sido una de las testigos y por eso su entrada la ha hecho acompañada por la pareja nupcial. Ambos han reaparecido así, tras su idílico verano, luciendo su alianza de casados en sus manos.