La disciplina sigue siendo un problema en las aulas de Primaria y Secundaria en España. Los docentes alertan sobre la intimidación y el abuso verbal, que generan estrés y afectan la convivencia. Mantener el orden no solo preocupa por el bienestar de los alumnos, sino también por la permanencia de los profesores en la profesión. Muchos consideran que la falta de disciplina es uno de los principales motivos para abandonar el empleo.
El exceso de tareas administrativas también pasa factura. Más de la mitad de los docentes con experiencia declaran sufrir estrés por corregir trabajos, preparar clases o lidiar con papeleo, cifras muy por encima de la media de otros países. La sobrecarga afecta especialmente a los docentes de Secundaria, mientras que en Primaria la presión por el número de alumnos y la relación con las familias es lo más complicado.
Estas dificultades no son iguales en todas partes. Hay diferencias significativas entre comunidades autónomas, con niveles de estrés que varían hasta en un 10% entre regiones. A pesar de todo, la mayoría de los docentes se siente satisfecha con su profesión y mantiene buenas relaciones con sus alumnos y compañeros, lo que demuestra la dedicación y compromiso del profesorado español.
Atender a alumnos con necesidades especiales sigue siendo uno de los grandes desafíos del sistema educativo. Muchos profesores señalan sentirse poco preparados para adaptarse a estas necesidades, y la distribución de recursos todavía no es óptima. No se trata solo de invertir más, sino de usar los recursos de forma más estratégica y ajustar la enseñanza a cada estudiante.
Además, la mentoría y la formación continua todavía no están bien implantadas. Solo un pequeño porcentaje de docentes cuenta con un mentor o participa en programas de apoyo profesional. Esto limita la posibilidad de compartir estrategias efectivas y reducir el estrés asociado a la atención personalizada.
Por otro lado, el uso de la Inteligencia Artificial en las aulas es todavía incipiente, especialmente en Primaria. Aunque puede ser una herramienta útil para adaptar materiales y diagnosticar necesidades, muchos docentes se sienten inseguros o poco preparados para integrarla en su trabajo diario.
En definitiva, España tiene docentes comprometidos y un clima escolar positivo, pero la falta de disciplina y el apoyo insuficiente a alumnos con necesidades especiales siguen siendo los principales retos. Mejorar la formación, redistribuir los recursos y apoyar a los profesores en estas áreas podría marcar la diferencia en la calidad educativa y en la satisfacción de quienes enseñan y aprenden.