La resolución es rechazada por el grupo socialista tras las modificaciones realizadas por el ala conservadora apelando a la “libertad” de los fumadores
El Parlamento Europeo ha votado en contra de una resolución que planteaba extender la prohibición de fumar y vapear a espacios abiertos como terrazas de bares, parques infantiles, paradas de autobús y piscinas. La iniciativa, que contaba inicialmente con el respaldo de las principales fuerzas parlamentarias, no logró superar el pleno en Estrasburgo tras la retirada del apoyo del grupo Socialistas y Demócratas (S&D), que consideró que las enmiendas promovidas por sectores conservadores desvirtuaban el acuerdo inicial.
Un texto diluido por divisiones internas
La resolución surgía como respuesta a la recomendación de la Comisión Europea presentada en septiembre, que instaba a los Estados miembro a adoptar estrategias para proteger a los ciudadanos del tabaquismo pasivo en espacios públicos. Aunque ni la recomendación de Bruselas ni la resolución parlamentaria eran vinculantes, el texto representaba un posicionamiento político relevante para avanzar hacia una “generación libre de tabaco” en 2040, con una meta de menos del 5% de fumadores en la población europea.
Sin embargo, las modificaciones introducidas en el texto, apoyadas por el Partido Popular Europeo (PPE) y grupos ultraconservadores como el ECR, llevaron al grupo socialista a votar en contra. Alessandra Moretti, negociadora del S&D, lamentó que la resolución quedara “diluida” y criticó que no se protegiera adecuadamente a los niños y jóvenes. “El Parlamento Europeo no ha logrado ampliar las políticas libres de humo debido a las enmiendas promovidas por una coalición entre el PPE y grupos de extrema derecha”, declaró, según Europa Press.
El debate sobre libertad y salud
Entre las enmiendas aprobadas, una suprimió la referencia a las terrazas de bares y cafeterías como espacios donde se debería prohibir fumar y vapear, y otra solicitó que la Comisión realizara una evaluación más rigurosa sobre los riesgos del cigarrillo electrónico antes de incluirlo en sus recomendaciones. Pietro Fiocchi, eurodiputado del ECR, defendió que imponer restricciones al vapeo al mismo nivel que los cigarrillos tradicionales “viola la libertad individual” y calificó las propuestas de Bruselas como “excesivas”.
Por su parte, el grupo Conservadores y Reformistas expresó su respaldo a la meta de reducir el tabaquismo, pero criticó lo que considera un enfoque desproporcionado hacia alternativas como el vapeo, pese a que el vapor puede resultar igual de dañino que fumar nicotina. “Es fundamental que las políticas sanitarias se basen en evidencia científica sólida”, argumentó Elena Nevado, eurodiputada del PP, quien abogó por equilibrar la protección de la salud con el respeto a las libertades individuales.
Mientras tanto, la Comisión Europea mantiene su recomendación a los Estados miembro para que incluyan en sus políticas nacionales medidas contra el tabaquismo pasivo, adaptándolas a sus realidades específicas. La aspiración de lograr una Europa con menos del 5% de fumadores para 2040 sigue en pie, aunque el debate parlamentario evidencia que el camino para alcanzar este objetivo estará marcado por tensiones entre salud pública y derechos individuales.