Jon Rahm llega al Open de España con una motivación clara: ganar. Para él, no se trata solo de competir. Es también un deber. “Si no fuese por Seve, Chema, Miguel Ángel o Sergio, no estaría aquí. Entiendo que mi labor es venir, y lo hago encantado”, aseguró el golfista vizcaíno. Jugar frente al público español le da una energía especial. “Me apoyan como si estuviese corriendo la banda. Esa fuerza hizo que el año pasado fuese tan bonito”, agregó con una sonrisa.
Para Rahm, este torneo tiene un valor histórico y sentimental. Fue campeón de España amateur desde cadete y ahora quiere seguir dejando su huella como profesional. Ganar el Open de España varias veces le permitiría acercarse al legado de Seve Ballesteros. “Si puedo ganarlo cuatro veces, sería espectacular”, dijo, subrayando la importancia de construir historia en su país. Más allá de los trofeos, Rahm desea inspirar a nuevas generaciones. “Espero que una generación diga que por verme jugar quisieron ser golfistas profesionales. Sería un honor”, afirmó.
Preparación y retos en el Club de Campo Villa de Madrid
Aunque aún no ha entrenado en el Club de Campo Villa de Madrid, Rahm conoce la dificultad del recorrido. “Me han dicho que los ‘greenes’ están espectaculares y que el ‘rough’ está un poco más duro, perfecto para un torneo desafiante”, comentó. Reconoce que el campo se ha quedado algo corto para los estándares actuales, pero cree que la precisión desde el tee y un buen juego de putt marcarán la diferencia.
El público será un aliado clave durante toda la semana. Según Rahm, aunque los aficionados estén más acostumbrados al fútbol, su entusiasmo convierte cada golpe en un momento especial. “Aunque no gane, se me apoya de una manera única. Llego con energía diferente, incluso rejuvenecido”, destacó.
El Open de España también tiene un significado internacional. Rahm valora que ganar este torneo puede dar acceso al Masters de Augusta y al Abierto Británico, dos de los majors más importantes del calendario. Además, sueña con que el torneo crezca y atraiga a jugadores de nivel mundial, convirtiéndose en una referencia en el golf europeo, como el Open de Irlanda o el de Francia, según ha publicado Europa Press.
Con la mirada puesta en la victoria, Jon Rahm combina respeto por la historia, orgullo de jugar en casa y la ambición de dejar una huella imborrable en el golf español. Para él, este Open no es solo una competición, es una pasión que lleva en la sangre.