El defensa internacional Iñigo Martínez repasó en una entrevista con El Partidazo de Cope su salida del FC Barcelona y su presente en el Al-Nassr, así como la polémica que ha acompañado su relación con la selección española por sus posturas políticas. El futbolista vasco reconoció que sigue de cerca el fútbol español y afirmó: «El Barça, estando Íñigo Martínez o no, la línea defensiva la tiene bien cubierta». Su marcha del club azulgrana, explicó, fue una decisión meditada ante una oferta que consideró irrechazable y una oportunidad para vivir nuevas experiencias en el extranjero.
Martínez destacó que después de muchos años en la élite necesitaba un cambio de rumbo. «Llevo 15 años en Primera División y se hacen largos», comentó, reconociendo la gran presión que implica jugar en un club como el Barcelona. Aseguró que en un entorno tan exigente «ya no sirve tener calidad, tienes que ser un atleta», y que la constante exposición puede desgastar incluso a los jugadores más experimentados. Su salida, dijo, fue un paso hacia el equilibrio personal y profesional.
El central también habló con emoción sobre su relación con el entrenador Hansi Flick, a quien le costó comunicarle su decisión de marcharse: «Para él era una pieza clave y cuando me voy se le rompe un poco el puzzle sin esperarlo». Según relató, la conexión con el técnico alemán fue excelente y conserva un gran respeto por él. Igualmente, tuvo palabras de elogio para su joven excompañero Lamine Yamal, a quien considera un talento extraordinario: «Él me veía como un padre, como un referente dentro del vestuario», dijo, sorprendido por la madurez del jugador pese a su corta edad.
En cuanto a su compromiso con la selección española, Martínez fue tajante al rechazar que sus ideas políticas interfieran en su disposición para representar al país. «Si no hubiese querido ir, hubiera sido el primero en decirlo», afirmó. El defensa defendió su derecho a apoyar la independencia vasca o catalana sin que eso se interprete como una falta de compromiso con España: «Una cosa no tiene que ver con la otra», señaló, lamentando que se le haya cuestionado por motivos de identidad.
Finalmente, Iñigo Martínez insistió en su deseo de mantener siempre una postura de respeto y convivencia. «Siempre desde la paz y desde el respeto», subrayó, recordando que ha competido por España y guarda afecto por sus compañeros. A sus 35 años, no descarta volver a la selección si es convocado, aunque es consciente de la competencia. Cerró su reflexión con serenidad y orgullo: «Si me preguntas quién quiero que gane el Mundial, voy a decir España porque tengo muchos amigos y he estado allí».