Giuliano Simeone está demostrando que su crecimiento en el Atlético de Madrid no es casualidad. El extremo argentino volvió a brillar el pasado martes en la victoria del equipo frente al Union Saint-Gilloise en la Liga de Campeones. Su asistencia para Julián Álvarez abrió el marcador y mostró la excelente conexión que mantiene con su compatriota. Solo 15 partidos le han bastado para igualar las cifras de su primera temporada completa en el club. Con su presencia constante, se ha ganado un lugar fijo tanto en el Atlético como en la selección argentina, consolidándose como uno de los jugadores más importantes para su padre y técnico, Diego Pablo Simeone.
Su regularidad es notable. Ha participado en los 15 encuentros oficiales del equipo, siendo titular en 13 de ellos. Solo Jan Oblak y algunos compañeros como Marcos Llorente han alcanzado esa constancia. Este nivel de compromiso refleja no solo su talento, sino también su trabajo y disciplina. Además de su capacidad ofensiva, Giuliano aporta en defensa, siendo uno de los extremos con mejor porcentaje de presiones exitosas y recuperaciones de balón en LaLiga. Su rendimiento muestra un equilibrio perfecto entre creatividad y esfuerzo físico, según Europa Press.
Los datos de Giuliano Simeone son impresionantes. Es el máximo asistente del Atlético esta temporada con cinco pases de gol, y ha marcado tres tantos. En total, suma ocho participaciones directas en goles, solo superado por Julián Álvarez. Además, su influencia se ha incrementado en los últimos encuentros: siete participaciones en los últimos nueve partidos demuestran que atraviesa un momento de gran inspiración.
Su evolución también se refleja en las estadísticas de juego. Participa en más acciones con balón que en la temporada pasada, aumentando tanto cantidad como eficacia. Su contribución ofensiva no compromete su labor defensiva, un aspecto clave para el estilo de juego del ‘Cholo’. Este equilibrio lo convierte en un jugador indispensable y en un ejemplo de madurez temprana, a pesar de no haber cumplido los 23 años. Su proyección es clara: seguir creciendo en el Atlético y consolidarse en la selección argentina, con posibilidades de disputar su primer Mundial el próximo verano, siguiendo los pasos de su padre.
Giuliano Simeone no solo se ha reivindicado; se ha convertido en un líder silencioso del Atlético de Madrid. Sus números y su impacto dentro y fuera del campo confirman que este joven extremo está listo para asumir un papel protagonista en el futuro cercano.