JESÚS GUERRERO
Tomar en cuenta las emociones para formar a las personas es necesario; de hecho, cuando se dice que una persona posee personalidad, se está afirmando que tiene carácter
La “generación de cristal”, es un término que se emplea para designar a quienes hoy tienen entre 15 y 29 años, etiqueta que la “sociedad” les ha colocado la etiqueta, es un término acuñado por la española Montserrat Nebrera como una metáfora para describir la fragilidad emocional de adolescentes y jóvenes de hoy en día[1].
No soy partidario de la clasificación de las personas por generaciones: alfa, Y, X, Etc., y ahora de cristal, por su alto contenido de subjetividad y fundamentos “filosóficos” erróneos, sin sustento científico alguno, solo empírico, solo porque alguna persona lo dijo, gustó a algunos y porque conviene a quien elabora el concepto, lo promueve y lo implementa.
Así se señala sobre esta “generación” que son: más sensibles y vulnerables, que poseen baja tolerancia a la crítica y a la frustración, demandando constantemente reconocimiento debido a una autoestima insegura y una marcada indecisión al tomar decisiones, tienden a las redes sociales para huir de las preocupaciones cotidianas, que faltan al trabajo porque se le murió el gato[3], en síntesis, afirman que esta generación prioriza sus emociones personales; y todo debido a una crianza sobre protectora por parte de sus familias.
¿En serio, el origen de estas deficiencias es culpa de la familia? Vayamos por partes, en primer término, no existe en el mundo un documento que contenga la votación o manifestación unánime de la sociedad en el sentido de que etiquetó como generación de cristal a las personas entre 15 y 29 años.
Segundo, por el contrario, en un comunicado de prensa del año 2023, de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, se lee sobre una encuesta llevada a cabo respecto al término “generación de cristal”, que se emplea para designar a las personas nacidas después del año 2000, la cual arrojó que la generación así señalada no está del todo de acuerdo con este término para identificarla.
En dicha encuesta a la pregunta ¿qué opinan las y los jóvenes del término “generación de cristal”? Hubo quienes lo interpretan como algo negativo, considerándolo una crítica hacia ellos (44%), un 63% coincide en que es inaplicable al conjunto de la sociedad. [2]
Como ves gran número de la “generación de cristal”, no está de acuerdo con tal término. Esto muestra que no es cierto que toda esa generación personalice esas cualidades.
Opino que esa “generación” y las que vienen atrás desde hace bastantes años, fueron boicoteadas, consciente o inconscientemente, en el tema de educación o formación, debido a que se tomó como punto de partida para su educación o formación las emociones, y no la razón; en otras palabras, se invirtieron los elementos de la formación del carácter y la personalidad a partir de considerar solo las emociones y el sentimiento para ello.
Aclaro que, tomar en cuenta las emociones para formar a las personas es necesario; de hecho, cuando se dice que una persona posee personalidad, se está afirmando que tiene carácter, porque las emociones y los sentimientos, así como todo aquello que integra el temperamento, están ordenados por la razón para el bienestar y perfeccionamiento de la persona.
Con lo comentado, habrás observado que esa “fragilidad emocional” bien puede ser producto del boicot, consciente o inconsciente, que consiste en invertir los elementos emoción y razón en la educación o formación de las personas. Esto no significa de forma alguna que dejemos de sentir emociones y sentimientos, pues estos siempre serán buenos. ¿Qué opinas?
[1] https://plazapodcast.valenciaplaza.com/generacion-de-cristal-quienes-son-y-por-que-se-les-llama-asi
*Por su interés, reproducimos este artículo de Jesús Guerrero publicado en el Diario de Chihuahua