La FIFA ha dado un paso firme contra el racismo en el fútbol. Este viernes anunció la creación del Panel de Voz de Jugadores, un grupo de 16 exfutbolistas de renombre mundial. Entre ellos se encuentran George Weah, Didier Drogba, Formiga y Juan Pablo Sorín, figuras que han dejado huella dentro y fuera de la cancha. La selección combina talento masculino y femenino, reflejando la diversidad que el deporte necesita.
El objetivo del panel es claro: erradicar el racismo del fútbol. Cada miembro está comprometido a promover la Declaración Global contra el Racismo. Su labor no se limita a denunciar abusos. También supervisarán iniciativas educativas y asesorarán sobre nuevas estrategias para combatir la discriminación. Según la FIFA, el panel servirá como centro de reflexión para generar ideas que impulsen un cambio cultural duradero en todo el ecosistema del fútbol.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, destacó la relevancia de la experiencia de estos exjugadores. “Por primera vez, los jugadores estarán en el centro del movimiento necesario para hacer realidad este cambio”, dijo. La organización espera que su influencia inspire a jóvenes futbolistas y aficionados, creando un impacto positivo dentro y fuera del terreno de juego, según ha informado Europa Press.
Más allá de la visibilidad que ofrecen sus nombres, los miembros del panel tendrán un papel activo en la educación contra el racismo. Trabajarán con jugadores juveniles, entrenadores y comunidades para concienciar sobre las consecuencias del abuso y la discriminación. La FIFA subraya que estos comportamientos no solo son inaceptables, sino también delitos que deben ser sancionados.
El panel también promoverá la implementación de medidas reforzadas en distintas regiones. A través de su experiencia personal, los exfutbolistas ofrecerán consejos prácticos sobre cómo actuar frente a incidentes racistas. La idea es que las medidas no queden en palabras, sino que se traduzcan en acciones concretas y efectivas.
Con esta iniciativa, la FIFA espera generar un efecto dominó. Que otros jugadores, clubes y federaciones se sumen al compromiso y trabajen coordinados para eliminar cualquier forma de racismo. Este grupo de leyendas demuestra que el cambio es posible, y que el fútbol puede ser un espacio seguro, inclusivo y libre de discriminación.