España afronta una nueva jornada marcada por una oleada de incendios forestales que ha desbordado a los servicios de emergencia y paralizado la vida en numerosas localidades. Más de 5.000 personas han tenido que ser evacuadas, mientras crece la tensión tanto en áreas rurales como urbanas.
En las últimas dos semanas, el fuego ha devorado unas 115.000 hectáreas, una cifra que supera ampliamente los registros habituales para estas fechas, según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS). Actualmente, permanecen activos 38 incendios en distintas regiones, desde Asturias y Galicia hasta Valencia, pasando por Castilla y León y Extremadura. Cantabria ha decidido movilizar efectivos para apoyar a otras comunidades afectadas.
En Galicia, la situación es especialmente crítica. En la provincia de Ourense, el incendio de Chandrexa ya ha destruido 11.000 hectáreas, una cifra sin precedentes en la comunidad. Además, la Guardia Civil ha detenido a un hombre de 46 años de A Gudiña como presunto responsable del incendio de Oímbra, que ha arrasado más de 5.000 hectáreas. El detenido realizaba trabajos de limpieza con tractor en plena alerta de riesgo extremo. Este fuego provocó heridas graves a tres brigadistas, ingresados en el hospital de A Coruña. El hombre se enfrenta a dos delitos de incendio forestal por imprudencia grave y a tres delitos de lesiones graves.
En León y Zamora, la situación no mejora. El incendio de Molezuelas (Zamora) ha calcinado 31.500 hectáreas y podría convertirse en el mayor registrado en España desde 1968, llegando a destruir hasta 4.000 hectáreas por hora. Decenas de familias continúan alojadas en centros de acogida o en casas de familiares a la espera de noticias sobre sus viviendas.
En Extremadura, el incendio de Pallares, en Badajoz, ha superado ya las 2.500 hectáreas calcinadas. En Villagarcía de la Torre, los vecinos han recibido la recomendación de permanecer en casa por la peligrosidad del humo. La región mantiene seis incendios activos.
La crisis también afecta a la movilidad: 14 carreteras permanecen cortadas, incluidas cuatro de ámbito nacional, provocando atascos. Tramos como la A-66 y N-630 en Cáceres o la N-525 en Ourense están bloqueados por las llamas.
Desde el jueves, el servicio AVE Madrid–Galicia sigue interrumpido, sin fecha prevista de reanudación, afectando a miles de viajeros.
Hasta el momento, los incendios han dejado tres víctimas mortales y decenas de heridos, tanto entre bomberos como entre civiles. La Guardia Civil ha detenido a 12 personas y mantiene bajo investigación a otras 38 por su supuesta implicación en los fuegos registrados desde el inicio de junio.