El Real Madrid volvió a firmar una de esas noches que se quedan grabadas en la memoria del Bernabéu. El conjunto de Xabi Alonso se impuso con autoridad al Valencia (4-0) en un partido que rozó la perfección. Desde el primer minuto, los blancos mandaron con intensidad, presión alta y un juego coral que asfixió al rival.
Mbappé, que llegaba con la moral por las nubes tras recibir la Bota de Oro, fue el gran protagonista. Anotó dos goles y pudo marcar alguno más. El francés abrió el marcador desde el punto de penalti y, poco después, amplió la ventaja tras una gran jugada colectiva. Bellingham se unió a la fiesta con el 3-0 justo antes del descanso, dejando al Valencia completamente desbordado.
El Madrid fue un bloque sólido, seguro, con un medio campo que impuso su ley. Güler, pese a un pequeño susto en el tobillo, se mostró participativo y creativo, generando peligro constante por la banda derecha. Vinícius, sin marcar, ofreció desborde y velocidad, demostrando su reconciliación con el técnico tras los roces del Clásico.
El Bernabéu vibró con un equipo que dominó de principio a fin. Ni un solo disparo claro del Valencia antes del descanso, símbolo de un conjunto sin respuesta ante el vendaval blanco, según Europa Press.
El equipo de Carlos Corberán fue un espectador más. Superado en intensidad, sin ideas y con errores defensivos que costaron caro. Thierry Correia cometió un penalti ingenuo y Tárrega fue protagonista involuntario en el primero. El Valencia apenas logró salir de su propio campo durante buena parte del encuentro.
Corberán intentó reaccionar con cuatro cambios tras el descanso, pero nada cambió. El Madrid, con el resultado encarrilado, bajó una marcha sin perder el control. Courtois apenas tuvo trabajo, salvo una parada cómoda a un tiro lejano de Almeida.
En los últimos minutos, Álvaro Carreras cerró la goleada con un derechazo a la escuadra que desató la ovación del estadio. El cuarto gol fue la guinda perfecta a una noche redonda para los blancos.
El Real Madrid se consolida en lo más alto de la tabla con 30 puntos y encadena su cuarta victoria consecutiva. Una muestra de autoridad antes de su cita europea contra el Liverpool. Mientras tanto, el Valencia se hunde un poco más, sin rumbo y con su entrenador cada vez más cuestionado.