El príncipe Andrés del Reino Unido ha decidido renunciar a todos sus títulos reales, incluyendo el de duque de York, tras años de controversias relacionadas con su vinculación al caso de Jeffrey Epstein. Esta decisión, anunciada el 17 de octubre de 2025, busca proteger la imagen de la monarquía británica y poner fin a una serie de escándalos que han empañado su reputación.
La relación del príncipe Andrés con Jeffrey Epstein, un financiero estadounidense condenado por delitos sexuales, ha sido objeto de múltiples investigaciones y controversias. En 2019, Andrés concedió una entrevista a la BBC en la que intentó defender su inocencia, pero sus explicaciones fueron ampliamente criticadas. Además, en 2022, llegó a un acuerdo extrajudicial con Virginia Giuffre, quien lo acusó de abuso sexual cuando era menor de edad. Aunque Andrés negó las acusaciones, el acuerdo incluyó una indemnización millonaria.
Recientemente, nuevas filtraciones de correos electrónicos han reavivado el escándalo. En uno de ellos, fechado en 2011, Andrés expresaba su apoyo a Epstein tras su condena, contradiciendo sus afirmaciones anteriores de haber roto relaciones con él en 2010. Estas revelaciones han aumentado la presión sobre la familia real británica, según Europa Press.
Ante la creciente presión y el deterioro de su imagen pública, el príncipe Andrés ha decidido renunciar a todos sus títulos y honores reales. En un comunicado, explicó que su decisión busca evitar que las continuas acusaciones en su contra distraigan del trabajo de la monarquía. Aunque sigue siendo príncipe por nacimiento, ya no utilizará el tratamiento de «Su Alteza Real» ni participará en actos oficiales.
Esta renuncia también afecta a su exesposa, Sarah Ferguson, quien ha estado vinculada al caso Epstein. Aunque no se le ha retirado formalmente su título de duquesa de York, se espera que también se distinga públicamente de la familia real.
Con esta decisión, el príncipe Andrés busca cerrar un capítulo oscuro de su vida y alejarse de las sombras del escándalo que ha perseguido a la monarquía británica durante años.