Los consejeros de Sanidad del PP abandonaron este viernes el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) en Zaragoza. Antes de retirarse, leyeron un comunicado en el que denunciaban “la utilización partidista y sectaria” del órgano por parte del Gobierno.
La sesión había sido convocada de manera extraordinaria por el Ministerio de Sanidad. Entre los temas a tratar estaban la financiación de la red europea de centros integrales de cáncer y la distribución de fondos para el desarrollo del sistema de vigilancia de esta enfermedad. Sin embargo, la cita llega en plena controversia. Los gobiernos autonómicos del PP habían mostrado reticencias a enviar datos sobre sus programas de cribado de cáncer, después de los fallos detectados en Andalucía.
Según los consejeros populares, el CISNS nunca había sido utilizado con un sesgo tan marcado. “Nunca, a lo largo de la historia de este órgano de coordinación, se había utilizado de manera tan ideológica y al servicio de los intereses del partido en el poder, situando las prioridades políticas por encima del buen funcionamiento del Sistema Nacional de Salud”, rezaba el comunicado que leyeron antes de retirarse.
Los consejeros del PP justificaron su salida como una medida de defensa de la salud pública y del respeto institucional. Subrayaron que la decisión buscaba proteger el correcto funcionamiento del Consejo Interterritorial.
En su manifiesto, solicitaron al Ministerio de Sanidad que restaurara los cauces reglamentarios del CISNS. Según los ‘populares’, el órgano merece ser un espacio de coordinación real, con valor y contenido, y no un instrumento al servicio de intereses políticos. Hasta que se produzca ese cambio, anunciaron que permanecerán al margen de las sesiones.
La retirada del PP marca un nuevo capítulo en las tensiones entre el Gobierno central y las comunidades autónomas gobernadas por este partido. Además, pone de relieve las dificultades para lograr acuerdos sobre la financiación y gestión de políticas sanitarias estratégicas, como la lucha contra el cáncer.
Con esta acción, el PP busca enviar un mensaje claro: cualquier debate sobre la sanidad debe centrarse en la salud de los ciudadanos y no en intereses partidistas. Mientras tanto, el CISNS sigue en el centro de la polémica, con su papel como órgano coordinador cuestionado y bajo la mirada de todas las comunidades autónomas.