Durante una rueda de prensa en el Vaticano, el Santo Padre abordó la controversia en torno a los malentendidos con el colectivo LGTB
El Papa Francisco ha reafirmado su apoyo a la bendición de parejas homosexuales, despejando las críticas surgidas recientemente en la Iglesia Católica. En declaraciones públicas, el Pontífice abogó por una comprensión más profunda de la medida y señaló que las objeciones provienen de “conclusiones feas” derivadas de malentendidos.
La polémica surgió a raíz del documento “Fiducia Supplicans” del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que abrió la posibilidad de bendecir parejas en situaciones “irregulares”, incluyendo aquellas del mismo sexo. La resistencia a esta iniciativa fue especialmente notable entre los obispos africanos, con excepción de los de Sudáfrica y Kenia.
Entre la soledad y el diálogo fraterno
Francisco, en una entrevista con el programa de televisión italiano ‘Che Tempo Che Fa’, destacó que la falta de aceptación a veces se debe a la falta de comprensión. Admitió que, en ocasiones, se siente solo al tomar decisiones, pero afirmó que es necesario pagar el “precio de la soledad” en pos de sus convicciones.
No obstante, el Papa no hizo referencia directa a las acusaciones de herejía por parte del cardenal Robert Sarah, pero instó a evitar conclusiones negativas y fomentar el diálogo fraterno. Enfatizó que las bendiciones no equiparan al sacramento del matrimonio y recordó la importancia de guiar a las personas en su camino espiritual en lugar de condenarlas.
En relación con los conflictos armados, el Pontífice expresó su preocupación por las guerras en el mundo, especialmente el conflicto entre Israel y Palestina. Abogó por la reflexión sobre la autodestrucción humana y subrayó la importancia de las decisiones humanas en la generación de sufrimiento y migración.
Asimismo, Francisco también adelantó que espera realizar su primer viaje de regreso a Argentina durante el segundo semestre de este año, respondiendo a una invitación formal del presidente argentino, Javier Milei. El Papa destacó su preocupación por la situación en su país natal y expresó el deseo de aportar a la pacificación y la superación de divisiones.