El FC Barcelona está a punto de inaugurar oficialmente el nuevo Spotify Camp Nou en un partido frente al Athletic Club, un evento que el club considera fundacional y decisivo para su futuro. La apertura del recinto, aún en construcción, enlaza con la tradición histórica de estrenar estadios que han marcado la evolución social, patrimonial y deportiva de la entidad durante más de 125 años.
Cada cambio de estadio ha representado un salto hacia adelante, y este nuevo campo continúa esa línea de crecimiento. El precedente más decisivo fue la inauguración del Camp Nou en 1957, levantado para sustituir a un saturado Les Corts, cuyo aforo y limitaciones urbanísticas ya no podían responder al crecimiento del barcelonismo impulsado por la figura de Kubala y los éxitos del equipo de las cinco copas.
La búsqueda del terreno que daría lugar al Camp Nou comenzó en 1950, culminando en la compra de la masía de Can Planes y en la colocación de la primera piedra en 1954, un acto multitudinario presidido por Francesc Miró-Sans. Las obras, dirigidas por Mitjans, Soteras y García-Barbón, multiplicaron el presupuesto inicial y endeudaron al club durante años, un antecedente que ahora genera paralelismos e interrogantes respecto al futuro económico del nuevo estadio.
El Camp Nou abrió sus puertas el 24 de septiembre de 1957, coincidiendo con las fiestas de La Mercè, ante cerca de 90.000 espectadores. El estreno deportivo fue un 4-2 frente a una selección de Varsovia, con Eulogio Martínez marcando el primer gol. Días después llegó el debut liguero con un 6-1 ante el Real Jaén, consolidando el inicio de una nueva era.
Aquel estadio reemplazó a Les Corts, inaugurado en 1922, que a su vez había sustituido al Camp del carrer Indústria, un recinto pequeño conocido como ‘L’Escopidora’. Allí surgió el apodo de ‘culers’, cuando los seguidores, sentados en gradas muy estrechas, mostraban sus espaldas hacia la calle. Ese campo fue esencial para consolidar el sentimiento barcelonista y ampliar su masa social.
Antes de Indústria, el club aún en formación había estrenado campos modestos pero esenciales para su crecimiento, como el Velódromo de la Bonanova, el campo del Hotel Casanovas, el de la Carretera d’Horta o el del carrer Muntaner. Más de 125 años después de su fundación, el Barça afronta una nueva inauguración que, como en 1957, redefine su escala y simboliza un salto estructural decisivo, con la aspiración de vivir la mejor apertura de un estadio en su historia.