Ismael El Mayo Zambada, cofundador y líder histórico del Cártel de Sinaloa, se ha declarado culpable en un tribunal de Estados Unidos de dos cargos relacionados con crimen organizado. El acuerdo alcanzado con la Fiscalía le permite evitar la pena de muerte, pese a estar acusado inicialmente de 17 delitos, entre ellos narcotráfico y lavado de dinero.
En su declaración ante el juez Brian Cogan, Zambada reconoció su papel en el narcotráfico internacional. «Durante 50 años he dirigido una gran red criminal. Desde el principio y hasta el momento de mi captura he pagado sobornos a policías, militares y políticos en México», confesó, según recoge El Universal.
El capo fue detenido el 25 de julio de 2024 en un aeropuerto de Santa Teresa (Nuevo México), cerca de El Paso, cuando viajaba en un avión privado junto a Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán. Este último mantenía un acuerdo con las autoridades estadounidenses y fue quien lo entregó.
Tras su arresto, Zambada aseguró en una carta que había sido “secuestrado” por Guzmán López, quien lo engañó con una cita en un rancho a las afueras de Culiacán para, supuestamente, mediar en un conflicto político. Según su versión, fue emboscado, golpeado y trasladado esposado en un avión rumbo a Texas.
Ya en Estados Unidos, la Fiscalía aceptó limitar los cargos a cambio de su colaboración, lo que le libra de la pena capital. El proceso judicial continúa en el Distrito Este de Nueva York, el mismo tribunal donde fue juzgado y condenado El Chapo.
El caso de Zambada se suma al de otros hijos de Guzmán. En los últimos meses, Ovidio Guzmán también se declaró culpable y pasó a ser testigo protegido, tras pactar con las autoridades estadounidenses para reducir sus posibles condenas.