Los trabajadores vivían en un chalet sin apenas ventilación y dormían en colchones en el suelo
La Guardia Civil ha detenido a tres personas por explotar a 60 temporeros en condiciones insalubres en un chalet okupado en Villamediana de Iregua, La Rioja. La delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz, ha calificado la operación como “un nuevo golpe contra la trata de seres humanos”. Los detenidos, procedentes de Ecuador y Guinea, están acusados de delitos contra los derechos de los trabajadores, lesiones y omisión del deber de socorro.
El operativo comenzó tras el atropello y agresión a uno de los temporeros por negarse a trabajar por seis euros la hora. La Guardia Civil descubrió que los detenidos firmaban contratos con los propietarios de viñedos, quienes les pagaban 13,50 euros por hora, pero los intermediarios solo entregaban ocho euros a los trabajadores. Además, les cobraban por el transporte y el alojamiento en condiciones deplorables.
El chalet donde vivían los temporeros, propiedad de una entidad bancaria, estaba en condiciones insalubres, con escasa ventilación y colchones en el suelo. Los migrantes, en su mayoría del norte de África y 15 de ellos en situación irregular, llegaron a La Rioja con la esperanza de trabajar en la vendimia, pero se encontraron atrapados en un esquema de explotación.
La operación involucró a 58 agentes de la Guardia Civil, quienes coordinaron la vigilancia del chalet y de las furgonetas que transportaban a los temporeros hacia los viñedos en La Rioja, Álava y Navarra. Según Miguel Ángel Sáez, portavoz de la Guardia Civil, los trabajadores recibieron de manera positiva a los agentes, mostrando su gratitud por ser liberados de la situación.
De los 60 trabajadores, 17 decidieron presentar denuncias tras ser informados de sus derechos en España. La mayoría de ellos se trasladó a otras comunidades en busca de trabajo. Los detenidos eran dos intermediarios y la persona que ocupaba ilegalmente el chalet.
Condiciones precarias
Aunque los viticultores no sabían de las condiciones de los trabajadores, la Guardia Civil subrayó que existía una “doble moral”, ya que podían haber notado las condiciones precarias en las que llegaban los temporeros. Durante las inspecciones, se encontraron trabajadores en situaciones precarias, como ir descalzos a la viña.
Además, la operación Espasmo no fue la única acción de la Guardia Civil durante la vendimia. En Alfaro, interceptaron una furgoneta con seis inmigrantes en situación irregular, mientras que en otras localidades de La Rioja se descubrieron falsificaciones de documentos relacionados con la contratación de trabajadores.
Esta operación pone de manifiesto la explotación laboral a la que se enfrentan los temporeros migrantes, subrayando la importancia de vigilar y combatir estas prácticas inhumanas.