Los detenidos disponían de vehículos con compartimentos ocultos creados específicamente para esconder la droga y eludir a la policía en los transportes
La Policía Nacional, en colaboración con la Agencia Tributaria, ha desmantelado un laboratorio clandestino en la provincia de Valladolid. En el operativo, se incautaron 12 kilos de cocaína, 40 kilos de procaína y 90.000 euros en efectivo. La droga y el dinero estaban destinados a la distribución del estupefaciente a nivel nacional, utilizando vehículos especialmente adaptados para ocultar la carga. Además, las autoridades han detenido a dos personas en el marco de esta operación.
Los detenidos distribuían la cocaína por toda la geografía española, para lo que disponían de vehículos con compartimentos ocultos creados específicamente para esconder la sustancia estupefaciente y eludir la acción policial en los transportes, según ha informado la Policía Nacional.
Las autoridades detuvieron a los dos varones que integraban la organización, acusándolos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas.
La investigación se inició en mayo cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal, asentada en la provincia de Valladolid, presuntamente dedicada a la producción y tratamiento de cocaína.
Centro logístico en una finca
Las investigaciones revelaron que la organización tenía un centro logístico en una finca de una pequeña localidad de Valladolid, considerado el epicentro de su actividad ilícita.
En este lugar habían creado un laboratorio para la transformación y extracción de cocaína desde donde uno de los líderes dirigía su actividad. Posteriormente almacenaba la droga ya procesada, a la espera de su distribución.
Los agentes comprobaron que el modus operandi de la organización consistía en obtener cocaína y trasladarla hasta el laboratorio clandestino, perfectamente preparado y acondicionado. Allí, mezclaban la droga con productos químicos para aumentar su volumen y, con ello, sus ganancias ilícitas.
Finalmente, los paquetes de droga se dividían para distribuirlos por todo el territorio nacional. Para entregar la sustancia a los compradores, utilizaban vehículos con compartimentos ocultos diseñados para esconder la droga y realizar los repartos con total seguridad.
Control del transporte
La operación culminó cuando los agentes detectaron a uno de los transportistas de la organización criminal desplazándose a Madrid para adquirir y posteriormente trasladar hasta el laboratorio en Valladolid una gran cantidad de productos químicos para la preparación de la cocaína.
En el momento de su detención, los agentes averiguaron que la organización criminal contaba con medidas de seguridad tecnológica, con la finalidad de conocer en tiempo real el paradero y ubicación exacta del trasportista durante los trayectos.
El resto de los miembros de la organización, al enterarse del arresto del conductor, intentaron ocultar la sustancia estupefaciente en los compartimentos ocultos de los vehículos. Las autoridades detuvieron a uno de ellos en Valladolid, y los investigadores encontraron la droga en los cuatro registros realizados.
Finalmente la operación se saldó con la detención de dos varones como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas. Después de que el juez los escuchara, se ordenó su inmediato ingreso en prisión.