La Llama Olímpica de los Juegos de Invierno de Milán-Cortina 2026, que se celebrarán del 6 al 22 de febrero, fue entregada este viernes a los organizadores italianos en el Estadio Panathinaikó de Atenas. El acto, realizado en el mismo recinto donde tuvieron lugar los primeros Juegos modernos en 1896, fue descrito como un “momento mágico” por el presidente del comité organizador, Giovanni Malagò.
Malagò recibió la llama, encendida hace una semana en la Antigua Olimpia; de manos del presidente del Comité Olímpico Griego, Isidoros Kouvelos. Este último subrayó el papel social del olimpismo y recordó que, aunque los Juegos no pueden cambiar el mundo en solo 16 días, sí pueden mostrar durante ese tiempo “cómo podría ser el mundo cuando el respeto es lo primero”.
Según recoge Europa Press, las malas previsiones meteorológicas obligaron a modificar el programa. Sólo se celebró la ceremonia de entrega en el Estadio Panathinaikó. El segmento artístico fue cancelado y difundido únicamente mediante un vídeo grabado en los ensayos. La asistencia se redujo y el acto contó con la presencia de los deportistas italianos Jasmine Paolini y Filippo Ganna, ambos campeones olímpicos, que portaron la llama antes de la entrega oficial.
Asimismo, la Llama Olímpica llegará a Roma el jueves y permanecerá allí unos días antes de iniciar un relevo que recorrerá 20 regiones y 110 provincias italianas. Serán 12.000 kilómetros a lo largo de 63 días, con la intención de transmitir “un mensaje de unidad y resistencia que trascenderá fronteras y generaciones”. El recorrido culminará con el encendido del pebetero en la ceremonia inaugural del 6 de febrero, en el estadio de San Siro, en Milán.