El diestro demuestra que está en plena forma en su paso por el país francés, donde consiguió el indulto de uno de los toros de Juan Pedro Domecq
Enrique Ponce regresa a Madrid sin rastro de su pareja, Ana Soria, después de unas semanas fuera de España debido a sus compromisos profesionales en el mundo del toro en Francia, según informa Europa Press.
Aunque Ana ha sido un gran apoyo para el diestro en sus últimas corridas, este aterrizaba en el país sin su pareja, pero muy bien acompañado por su suegro, Federico Soria.
En medio de constantes rumores de boda en la pareja, Enrique se mostró especialmente tranquilo y cercano con su suegro con el que demostraba tener un vínculo muy estrecho, algo que la propia Ana ya comentó en su entrevista en El Hormiguero hace ya varios meses.
Intentando llevar esta nueva etapa de su vida con la mayor discreción posible, Ponce no dio detalles sobre el paradero de su chica, aunque sí confirmó que todo había ido “muy bien” en estas últimas semanas.
Sin lugar a dudas esta vuelta a los ruedos de Ponce está siendo muy especial para él y es que está recibiendo el cariño del público en cada una de las plazas en las que torea. Además, el diestro ha demostrado que está en plena forma en su paso por Francia donde consiguió el indulto de uno de los toros de Juan Pedro Domecq saliendo a hombros de la plaza de Istres.
En esta ocasión Enrique Ponce lució un rostro muy serio mientras empujaba una maleta con su equipaje por las instalaciones del aeropuerto además de cargar con un maletín con sus pertenencias más privadas. Manteniéndose en un segundo lugar en todo momento, el padre de Ana Soria prefirió mantenerse al margen de las preguntas de la prensa en su paso por el aeropuerto.