Joe Biden, expresidente de Estados Unidos, enfrenta uno de los diagnósticos más duros: cáncer de próstata con metástasis en los huesos. Aunque su equipo médico aún evalúa opciones terapéuticas, el caso ha reabierto el debate público sobre una enfermedad que afecta cada año a miles de hombres, especialmente a partir de los 65 años, según una información de Estefanía Mayorga Rincón, publicada en El Tiempo.
Este tipo de cáncer, según la Sociedad Americana del Cáncer, puede avanzar de forma silenciosa. En sus primeras fases, no suele presentar síntomas evidentes. Solo cuando se extiende o crece de forma agresiva comienzan a manifestarse signos como dificultad para orinar, sangre en la orina o el semen, disfunción eréctil y dolor en la zona lumbar, la pelvis o las caderas. Estos síntomas pueden confundirse con otros trastornos menos graves, lo que complica un diagnóstico temprano.
La metástasis ósea, que en el caso de Biden afecta principalmente la columna y la pelvis, es una complicación grave. Las células malignas del tumor original migran al tejido óseo y lo debilitan, provocando fracturas, dolor persistente e incluso afectaciones neurológicas si la médula espinal se ve comprometida. También pueden desencadenar hipercalcemia, un exceso de calcio en sangre que genera fatiga, desorientación y riesgo renal.
Según la Asociación Nacional de Cáncer de Próstata de España (ANCAP), cerca de 6.000 hombres mueren cada año en el país por esta enfermedad. Pero los especialistas insisten: un diagnóstico precoz puede marcar la diferencia. «Es fundamental realizar revisiones periódicas, especialmente a partir de los 50 años, o incluso antes si hay antecedentes familiares», recalcan desde la clínica Roc.
Los tratamientos disponibles para los casos avanzados incluyen radiofármacos, terapias hormonales, quimioterapia, bifosfonatos y cirugía ortopédica para prevenir o tratar fracturas. La combinación adecuada depende del estado general del paciente y de la extensión de la metástasis.
Más allá del caso de Biden, los expertos llaman a la concienciación. «El cáncer de próstata no solo es uno de los más comunes, también es de los más prevenibles si se actúa a tiempo», apuntan desde la Fundación Española de Oncología. En pleno 2025, la lucha contra este enemigo invisible pasa por la información, la prevención y un seguimiento médico constante.