Gregorio María Callejo Hernández y Susana Pazos Méndez también fueron galardonados por su defensa como abogados
Antonio del Moral, magistrado del Tribunal Supremo, ha sido distinguido con el VII Premio anual Altodo, otorgado por la Asociación de Abogados y Abogadas por un Turno de Oficio Digno.
Su reconocida ponencia de la sentencia 1775/2024, en la que elogió el recurso de casación de un abogado del turno de oficio, fue el motivo central de este homenaje. Este gesto, inusual en el ámbito judicial, subrayó la excelencia técnica y la dedicación de estos profesionales, muchas veces subestimados.
El rostro de Antonio del Moral se hizo familiar para el público durante el juicio del «procés», ganándose el apodo del «juez de la sonrisa» gracias a su carácter afable y su notable sentido del humor. Durante la ceremonia, este rasgo volvió a ser protagonista cuando el magistrado, con humildad, recordó una célebre anécdota de Miguel de Unamuno, arrancando las risas del auditorio.
En su intervención, Del Moral enfatizó que el mérito no era suyo, sino del abogado que elaboró el recurso. «Era un caso denso y complicado, pero su trabajo fue impecable. Solo hice una ‘foto’ del valor del texto», comentó. Este recurso, pese a ser desestimado, fue calificado por el magistrado como un ejemplo de que calidad técnica y turno de oficio pueden ir de la mano, desafiando prejuicios existentes.
Gregorio María Callejo Hernández y Susana Pazos Méndez
El acto, celebrado en el Colegio de la Abogacía de Madrid, contó con una amplia asistencia. Entre los presentes se encontraban figuras destacadas como Manuel Marchena, magistrado de la Sala de lo Penal, y Eugenio Ribón, decano del Colegio. Ribón aprovechó la ocasión para destacar el papel esencial del turno de oficio, con casi 5.000 abogados en Madrid que realizaron más de 115.000 asistencias en 2024, garantizando la defensa para quienes no pueden costearla.
Además del reconocimiento a Del Moral, Altodo entregó placas a Gregorio María Callejo Hernández y Susana Pazos Méndez, también por su defensa del trabajo de los abogados del turno de oficio. Callejo Hernández elogió públicamente, en redes sociales, la labor de una abogada que actuó en condiciones adversas. Por su parte, Pazos Méndez se ganó el reconocimiento al intervenir en defensa de una letrada atacada verbalmente por su cliente, destacando la dignidad y sacrificio de los abogados de oficio.
La ceremonia culminó con un sentido aplauso y una foto de familia que inmortalizó el compromiso de los presentes con una justicia equitativa y accesible. Antonio del Moral, junto a los otros premiados, encarnó el reconocimiento de una labor que, aunque discreta, es vital para garantizar los derechos de todos los ciudadanos.