El hijo de la vedette ha evitado dar respuestas claras sobre la posibilidad de resolver sus diferencias con su hermana y su madre
En medio de la creciente atención mediática sobre las tensiones familiares entre Bárbara Rey y sus hijos, Ángel Cristo Jr ha vuelto a ser el centro de atención. La familia, conocida por su vida pública y sus conflictos internos, ha dejado entrever una vez más las dificultades para reconciliar sus diferencias. En su última aparición, el hijo de Bárbara Rey ha abordado indirectamente la posibilidad de reconciliación con su hermana, dejando a su madre en un segundo plano.
Es por ello que ahora, el joven ha evitado dar respuestas claras sobre la posibilidad de resolver sus diferencias con ellas. Ante la pregunta sobre si planea solucionar sus problemas familiares, Ángel ha respondido resoplando sin ofrecer una respuesta concreta. Al igual que cuando el equipo de Europa Press ha querido saber si ya había podido hablar con su madre tras la entrevista, nuevamente ha resoplado, eludiendo una respuesta directa.
Ana Herminia, quien no se separa de su lado, ha comentado que su pareja estuvo “muy bien” en su última entrevista, añadiendo: “Está muy tranquilo y se le nota”. Además, ella espera poder ver pronto una reconciliación entre Ángel y Sofía: “Bueno, Dios quiera, ¿no?”.
Momentos después, Ángel Cristo Jr ha compartido su entusiasmo por enmarcar el famoso saco de Supervivientes: “Pues mira, es que llego tarde porque voy a enmarcar el saco famoso, el saco de Supervivientes. Lo voy a poner en un marquito en el salón. Aquí lo tenéis. O sea que súper bien”.
Sobre la posibilidad de una reconciliación con su madre, Ángel ha sido contundente: “Ella es mi madre y siempre la voy a querer… lejos de mí”. También ha señalado que su hermana Sofía “tiene papeletas” para no formar parte de su vida nunca más. Al ser preguntado sobre el dolor que sus declaraciones podrían haber causado a Bárbara Rey, responde con frialdad: “Soy padre, no madre”.
Finalmente, al abordar la posibilidad de poner fin a la guerra abierta con su familia, Ángel concluye: “La paz está en que nadie siga respondiendo y que nadie tenga nunca qué decir”. Unas declaraciones que dejan en claro que, aunque los lazos de sangre son fuertes, las heridas familiares aún están lejos de sanar en la familia de Bárbara Rey.