En España provocó el pasado año unas 20 muertes por infecciones de bacterias multirresistentes por cada fallecido en accidentes de tráfico
La directora ejecutiva de Government Affairs de MSD España, Cristina Nadal, ha destacado que la resistencia a los antimicrobianos “pone en riesgo” los avances médicos de las últimas décadas, una problemática que en España provocó en 2023 unas 20 muertes por infecciones de bacterias multirresistentes por cada fallecido en accidentes de tráfico, según datos de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
“La resistencia antimicrobiana no solo compromete nuestra capacidad de tratar infecciones comunes, sino que también pone en riesgo los avances médicos que hemos logrado en las últimas décadas. Para hacer frente a ese reto, es necesaria la planificación y una acción coordinada y conjunta”, ha afirmado Nadal, en el marco de la Semana Mundial de Concienciación sobre las Resistencias Antimicrobianas.
Desarrollo de medicamentos
Para hacer frente a ello, MSD afirma ser una de las compañías que mantienen sus inversiones de I+D en el desarrollo de medicamentos y vacunas para prevenir y tratar infecciones, además de impulsar “acciones de concienciación e iniciativas sobre la importancia del uso responsable de los antimicrobianos”, e incluso fomentar actividades o colaboraciones en el ámbito universitario.
El director médico de MSD España, Joaquín Mateos, también ha apostado por una actuación “desde todas las áreas”, incluida la medicina, la política sanitaria, la investigación o la educación, y es que se debe “impulsar una visión integral que conecte las disciplinas”, pues “solo así podremos frenar el avance de las resistencias y proteger el futuro de la salud global”.
Uso responsable de antibióticos
Asimismo, ha insistido en que se necesita un “enfoque conjunto y coordinado”, razón por la que “es esencial fortalecer la colaboración entre las distintas disciplinas de la salud y promover un uso más responsable de los antibióticos en todos los ámbitos, desde la medicina hasta la agricultura”.
Por su parte, el experto en enfermedades infecciosas, el doctor Francisco J. Membrillo, ha advertido de que se tiene que “entender que los antimicrobianos son medicamentos diferentes a todos los demás”, y que la decisión de recetarlos, ya sea en animales o humanos, tiene un “impacto sobre toda la comunidad”, pues puede favorecer.
Desafío en varias disciplinas
El “complejo” desafío que representan estas resistencias abarca los ámbitos social, profesional, académico y gubernamental, y exige un “enfoque integral” basado en la salud global y el concepto de ‘Una sola salud’, que considera la coordinación efectiva y la colaboración multidisciplinar entre la salud humana, animal y medioambiental, tal y como ha explicado Membrillo.
“Pensemos que, por ejemplo, si damos a todo el ganado antibióticos para mejorar su crecimiento y disminuir riesgo de enfermedades, esa estrategia va a incrementar, y esto está demostrado, el riesgo de resistencias antimicrobianas en las bacterias de las personas que consumen esta carne. Por eso, es fundamental mejorar, en primer lugar, la formación de todas estas profesiones sanitarias, y en segundo lugar favorecer y crear foros para que todas esas profesiones interactúen frecuentemente y puedan aprender unas de otras”, ha añadido.
La educación en salud
La educación en salud de la población es una tarea que recae en parte en los profesionales sanitarios, tal y como ha aseverado la médico adjunto de la Unidad de enfermedades Infecciosas del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, la doctora María Teresa Rodríguez.
“Necesitamos recordar en primer lugar a los profesionales sanitarios y, por supuesto, también a los usuarios, que los antibióticos son un recurso excelente, pero limitado y que su mal uso puede conducirnos de nuevo a la era pre-antibiótica”, ha manifestado.
Tras ello, ha incidido en la necesidad de “transmitir la importancia del uso adecuado de los antibióticos desde la escuela”, de forma que se llegue a cambiar la visión sobre los antibióticos y hacer que las personas sean más “conscientes” del uso adecuado de este tipo de medicamentos.