Alarma sanitaria en Cuba ante un virus desconocido

14 de octubre de 2025
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Un hombre duerme frente a un edificio en La Habana el 2 de octubre de 2025 / AFP

En un intento por frenar el brote, las autoridades desplegaron una campaña de fumigación en varios municipios

Hace más de dos meses se encendieron las alarmas epidemiológicas en la provincia cubana de Matanzas, a unos cien kilómetros al este de La Habana. Sin embargo, el régimen optó por el silencio informativo y evitó pronunciarse. Las primeras alertas surgieron en redes sociales, donde los ciudadanos denunciaron la deficiente gestión de los servicios básicos y la falta de respuesta sanitaria.

En la segunda quincena de julio, una vecina del municipio Perico advertía en Facebook sobre un brote vírico:

«Que provoca fiebre alta, náuseas, erupciones cutáneas, pérdida de apetito y un dolor horrible en todo el cuerpo. Cuesta mucho levantarte de la cama y caminar dos pasos. Algunos dicen que es una versión del COVID, otros que dengue o chikungunya»

Aún sin identificar

Una semana después, el 25 de julio, y ante decenas de reportes similares, el medio estatal TV Yumurí reconocía que “un brote de chikungunya afecta al poblado de España Republicana, en el municipio Perico”. Según el medio, en una información recogida por el Diario Las Américas, los análisis del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, en La Habana, confirmaban la presencia del virus chikungunya.

Sin embargo, algunos médicos expresan dudas. Mirta, especialista en arbovirosis, explicó a DLA que:

«Algunos síntomas pueden hacer pensar que es una variante agresiva de dengue, chikungunya, zika u oropouche. Pero no se ha especificado. Y aunque parezca igual, cada virus es diferente y puede presentar más o menos peligro para la vida. No descarto una nueva cepa del COVID. No se la ha dado el seguimiento necesario a la arbovirosis, ya sea por falta de recursos como reactivos, medicamentos y fumigación en zonas de contagio. El nuevo virus aún no se ha identificado plenamente»

La médica añadió que:

«La duración es más extensa que un dengue normal. Este virus puede afectar a la persona contagiada hasta un mes. La inflamación en articulaciones y los dolores son muy fuertes. No son habituales en virosis provocadas por picadas del mosquito Aedes aegypti. Puede ser que, como hace tres o cuatro años apenas se realizan campañas de fumigación masiva, una mutación del mosquito provoque esta arbovirosis.

No tengo estadísticas porque el virus se ha tratado con demasiado secretismo. El contagio es más lento que el dengue o el chikungunya. Una de las causas puede ser las limitaciones de movilidad por el déficit de transporte. Hay muchas preguntas que todavía los especialistas no podemos responder»

Medidas sanitarias y precariedad

Por otro lado, Heriberto, empleado de higiene y epidemiología, explicó que:

«Entre las medidas sanitarias para contener la enfermedad y evitar la propagación están hervir el agua, proteger los depósitos con abate y realizar acciones de saneamiento medioambientales. Con las dificultades existentes en el sistema de salud pública, lo recomendable es el ingreso en el hogar, aislarse de otras personas y dormir con mosquitero»

El comunicado oficial asegura que la infección produce inmunidad de por vida y que las complicaciones graves son poco frecuentes. Sin embargo, Yesenia, residente en el municipio Cárdenas, asegura que contrajo la enfermedad en julio:

«Y ahora en octubre volví a repetirla con mayor fuerza. Sospecho que este virus es una mezcla de las constantes picadas de mosquitos debido a los apagones de más de veinte horas, la escasez de agua —recibimos cada quince días— y los basureros repletos de ratas y cucarachas. A ello se suma la pésima alimentación»

Un funcionario de salud explicó que el caso se maneja con:

«Discreción debido a que en Matanzas radica Varadero, el mayor polo turístico del país, con más de 55 hoteles. Se quiere evitar la alarma entre los excursionistas. El turismo está en crisis hace cinco o seis años, imagínate si alguien que planea viajar a Cuba se entera de que la zona está infectada con un nuevo virus»

Aunque el oficialismo niega contagios en Varadero, Sheila, trabajadora de un hotel, afirma que:

«Resulta imposible que el virus no haya contagiado a turistas, porque yo vine a trabajar enferma. Y otros trabajadores igual. Es aquí donde podemos resolver comida y propinas en divisas. La gente viene a ‘pinchar’ aunque se estén muriendo»

Ángel, residente en la ciudad de Matanzas, relata que:

«El virus me duró tres semanas. El dolor en el cuerpo era agudo. Es horrible tener que dormir con un mosquitero a más de 30 grados y apagones de 25 horas seguidas. Tuve que comprar duralgina a 600 pesos por la izquierda. En el hospital no hay nada. Entre el virus y las carencias fue una tortura lo que sufrí»

Malestar social

En un intento por frenar el brote, las autoridades desplegaron una campaña de fumigación en varios municipios. En Cárdenas, una camioneta pickup recorría las calles y reclutas del ejército distribuían abate. Comenta María Luisa, ama de casa:

«Esta gente (el régimen) siempre llega tarde y mal a los problemas. Ahora forman su alarde, pero hace dos meses que el virus ha dado tremendo chucho en Matanzas. Se enfocan en Cárdenas por la cercanía con Varadero. De lo contrario se olvidaban de nosotros»

Casos similares ya se reportan en otras provincias. En La Habana, médicos del hospital La Covadonga confirmaron que:

«Van a cerrar varias salas para atender exclusivamente a pacientes contagiados con el virus. Han repartido guantes, aseo y algunos medicamentos, probablemente de donación, para atender esos casos»

La situación en la capital es crítica. A los apagones de hasta 14 horas se suman la escasez de agua, el desabastecimiento, la inflación y la falta de medicamentos. Todo ello ha provocado un aumento de las protestas. El 7 de octubre, vecinos de Centro Habana, Lawton, San Miguel del Padrón y Regla bloquearon con basura la Avenida 51 en Marianao. La respuesta del régimen fue la amenaza. Advirtió Miguel Díaz-Canel:

«Los reclamos de la población son legítimos, pero tienen que hacerse en los lugares establecidos: el Partido, las instituciones del Gobierno y el Estado. Nadie está autorizado a cerrar una vía pública»

Una campaña de imagen en medio del caos

Como respuesta simbólica a la crisis, el régimen lanzó una campaña de limpieza en La Habana. El 5 de octubre, Díaz-Canel, el primer ministro Manuel Marrero y un grupo de funcionarios, acompañados de decenas de guardaespaldas; cerraron un tramo de la Avenida Boyeros para recoger hojas y basura frente al Palacio de la Revolución. Comentó un vecino de la zona:

«Qué asco de gente. Se están burlando del pueblo. A tres cuadras de donde armaron su paripé, las esquinas están repletas de basureros. Salir en la foto con un rastrillo, botas y pitusas para recoger las hojas que caen de los arbustos es un chiste de mal gusto»

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