Este cambio de hora es parte de la transición de horario de verano al horario estándar, que se realiza anualmente en octubre. A partir del 30 de octubre, el horario estará ajustado a las estaciones de otoño e invierno, lo que significa que los días se volverán más cortos y las noches más largas.
¿Por qué debemos cambiar la hora en octubre?
El cambio de hora en octubre se lleva a cabo para aprovechar la luz natural durante el día y reducir el consumo de energía eléctrica. Al adelantar una hora los relojes en primavera, se permite que los días sean más largos durante el verano, para reducir así la necesidad de iluminación artificial y calefacción durante la noche. En octubre, el reloj se atrasa nuevamente, lo que se conoce como el cambio al horario de invierno, con un mejor aprovechamiento de la luz natural durante los meses más oscuros del año.
El cambio de horario, ya sea hacia el horario de verano o de invierno, puede afectar temporalmente los patrones de sueño y el bienestar general. Las personas pueden experimentar cierta desorientación o fatiga a medida que se adaptan al nuevo horario. Sin embargo, estos efectos suelen ser de corta duración, ya que el cuerpo tiende a ajustarse en unos pocos días.
El cambio de hora en octubre suele indicar la llegada del invierno en muchos lugares del hemisferio norte.
Aunque en el último domingo del mes de octubre acaba el horario de verano y comienza el de invierno, la estación como tal todavía no entra en vigor.
De hecho, el otoño es la estación que comienza el día 23 de septiembre de 2023, a partir de las 08.50, con una duración de 89 días y 21 horas, hasta el comienzo del invierno el próximo 22 de diciembre de 2023, según los cálculos publicados por el IGN.
En resumen, el cambio de hora en octubre tiene como objetivo principal ahorrar energía y optimizar la luz natural durante diferentes estaciones del año. Aunque puede generar ciertos efectos temporales en la salud, es un evento que se repite año tras año para mantener un mejor aprovechamiento de los recursos y adecuar nuestros relojes al cambio de estación.
En España, al igual que en otros países europeos, se llevan a cabo dos cambios de hora a lo largo del año: uno en invierno y otro en verano. Por tanto, tras la finalización de la época estival, habrá que atrasar las agujas del reloj una hora con el objetivo de aprovechar la luz solar.
Estos dos cambios horarios vienen reflejados en la Directiva 2000/84/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de enero de 2001, donde se establece que el período de la hora de verano terminará en todos los Estados miembros a la 3.00 de la madrugada, hora universal, del último domingo de octubre.