Hoy: 22 de noviembre de 2024
Daniel Sancho fue detenido el pasado 5 de agosto tras admitir ante la policía de Tailandia que había asesinado y desmembrado a Edwin Arrieta, un ciudadano colombiano con el que había mantenido una relación. Las autoridades lo trasladaron a Samui, donde permanece en prisión provisional. Le acecha la pena de muerte.
Las fuerzas policiales tailandesas continúan activamente con la investigación del caso. Disponen de un plazo de 84 días a partir del ingreso de Sancho en prisión provisional el 7 de agosto para continuar con sus pesquisas. Al culminar la fase de investigación, la policía presentará un informe a la Fiscalía de Samui, y a partir de ahí se fijará la fecha del juicio. Las autoridades locales consideran la posibilidad de solicitar la pena de muerte para el joven español, nieto del popular Curro Jiménez, ya fallecido.
El catedrático en Derecho Penal, Emilio Cortés, ha brindado su perspectiva en el programa de televisión LaSexta Xplica sobre la eventual condena de Daniel. Ofrece un detalle muy específico: el hecho de que Sancho poseía un billete de retorno con fecha para el 23 de agosto, mientras que el homicidio ocurrió el 5 de agosto. Esta circunstancia podría insinuar que el desenlace fatal no estaba premeditado.
No obstante, Cortés enfatiza que la determinación de si hubo premeditación o no se basará en los actos previos que condujeron al resultado mortal, independientemente de la posesión del billete.
El experto sugiere que, si bien podría no existir una premeditación prolongada, sí podría haber una de corta duración, incluso de 48 horas. Enfatizó que el concepto de premeditación no requiere un periodo prolongado, sino que puede ser breve.
Ahora bien, Daniel Sancho y Edwin Arrieta se conocieron a través de Instagram en el año anterior y se encontraron en Phangan, Tailandia, el 2 de agosto, fecha en la que presuntamente tuvo lugar el asesinato del cirujano. Se encontraron los restos de la víctima en distintos lugares de la isla, incluyendo el mar.
El español compareció por primera vez ante un tribunal tailandés del distrito de Samui el pasado viernes en una vista telemática, sin la presencia de un abogado, con el fin de que el juez pudiese prolongar su prisión provisional.