“Mi nombre es Leidy, me han maltratado, me han echado de mi casa, he dormido en la calle y me siento indefensa”

11 de julio de 2023
10 minutos de lectura
Leidy Ramírez, joven que ha sido privada de sus pertenencias básicas y que permanecen encerradas en una vivienda hace más de dos meses.

Estremecedor relato de la dura experiencia que ha vivido y vive una joven de República Dominicana que lleva en España 10 años como vecina de Madrid

“Les voy a contar mi historia…
Siendo como las 11:25 del jueves 4 de mayo del 2023. Me encontraba durmiendo, ya que había madrugado intentando terminar un trabajo de la universidad. Me despierta el sonido del telefonillo y cuando miro por la ventana, es un hombre con una mochila de repartidores. Bajo desde la habitación a la entrada de la vivienda, salgo al patio y le pregunto al sujeto que quién es y qué quiere, a lo que él me responde: “Soy un representante de Securitas Direct y vine a retirar los equipos de la alarma”. Yo le digo que el dueño de la vivienda no está en casa y que él no me ha dicho nada referente a que vendrían. Dicho eso, cerré las puertas y subí nuevamente al dormitorio.

Pasados 5 minutos, escucho desde mi dormitorio como abren la puerta principal de la vivienda. Una persona hace referencia de que me llamaba a mí desde las escaleras y me pide que baje. Yo asustada bajo y me encuentro en el pasillo de la vivienda con dos sujetos (uno de ellos es el que había llamado antes haciéndose pasar por representante de Securitas Direct y el otro alegaba ser el propietario de la vivienda). Me hablaron de forma violenta, preguntándome que quién soy y qué hacía en su casa.

El supuesto propietario de la casa me dijo que se llevaría los equipos de la alarma. Subí rápidamente las escaleras para entrar nuevamente al dormitorio, ya que los sujetos me estaban agrediendo verbalmente y estaba atemorizada. En ese momento, los dos delincuentes me siguen, yo apresuro los pasos y trato de cerrar la puerta del dormitorio, pero ellos se arriman a la puerta de manera violenta y no me dejan cerrarla. Uno le dice al otro: “No deje que cierre la puerta…” y terminan empujándome con todo y puerta hacia la pared. En ese momento, tomé mi móvil y llamé al 911. Los del 911 me dijeron que darían parte a la Guardia Civil de Pinto. Luego los delincuentes dijeron que ellos también llamarían a la Guardia Civil.

Después que llaman a la comisaría, y empiezan a revolver todas mis cosas en la habitación. Pasado menos de 10 minutos, los sujetos abandonan mi dormitorio y yo me quedo allí hasta que llega la Guardia Civil. No pasan ni 10 minutos cuando escucho que desde las escaleras me llaman, era la Guardia Civil. La patrulla estaba conformada por dos hombres y una mujer. Les explico lo que me había ocurrido y los agentes ni si quiera se preocuparon por saber si yo estaba bien.

Vídeo de como los dos atacantes dejaron el dormitorio de Leidy, después de que entraron a la vivienda de manera ilegal.

Lo que hicieron fue preguntarme todo lo referente a la vivienda. Les mostré pruebas de que yo sí vivía allí. Luego me preguntaron que si tenía llaves de la vivienda a lo que respondí que sí y subí a buscarla al dormitorio. Es ahí, cuando me doy cuenta de que mis llaves no estaban y que los delincuentes la habían tomado. De inmediato, le comunico a los agentes que los individuos habían tomado mis llaves. Los guardias me ignoraron por completo, dejaron ir a los delincuentes y me dejaron a mí sin las llaves de la vivienda.

Volví a llamar nuevamente al 911 para informar de lo que habían hecho los agentes. Me dijeron que darían parte nuevamente a la Guardia Civil de Pinto.

Estaba muy preocupada porque me había quedado sin llaves. Así que dejé la puerta semi abierta y me fui a la comisaría a poner la denuncia. Cuando termino de poner la denuncia y llego a la vivienda, me encuentro con la puerta cerrada. El inquilino ya había cerrado. Volví de inmediato a la comisaría a avisar lo que el inquilino había hecho, pero no me hicieron caso. Incluso, me obligaron a abandonar la estación y no me permitieron hacer ese día la denuncia en contra del inquilino por haberme dejado en la calle. Uno de los agentes me dijo que abandone las instalaciones de la Comisaría, que no me iban a atender. Yo le pregunté: “¿Usted no entiende lo grave del asunto? ¡Qué me han dejado en la calle con todas mis pertenencias secuestradas en la vivienda!”.

Entonces, es ahí cuando el agente me dice que me va a recibir la denuncia, pero que espere fuera de la comisaría en un parque que hay en frente, (cuando las demás personas que también iban a denunciar estaban esperando dentro). Grabé un vídeo diciendo que el agente me había enviado fuera de la Comisaría a esperar el turno para poner la denuncia. No pasan 5 minutos cuando el agente me llama para que espere dentro. Después de tenerme casi 3 horas esperando, me dicen que no me la van a recibir la denuncia, que vuelva al día siguiente.

“Iros a vuestro país”

Al otro día, volví para hacer la denuncia en contra del inquilino y sí me la aceptaron. Luego el domingo 7 de mayo, faltando un día para el juicio, me llaman de la Guardia Civil para decirme que ya no hay juicio, que me volverán a llamar para decirme una nueva fecha, pero no me quisieron dar explicaciones de por qué se suspendía. Yo al día siguiente, el lunes 8 de mayo, me apersono en el Juzgado no. 3 de lo penal de Parla y pregunto a una secretaria los motivos por los cuales no se celebró el juicio, y lo que me dice: “iros a vuestro país, no vengan a querer ocupar las casas de los españoles“. “Iros a vuestro país”

Juzgado de Instrucción número 3 de Parla. Leidy está dando su testimonio de la experiencia vivida en la secretaría del tribunal. Donde asegura que una de las secretarias ha mostrado parcialidad hacia una de las partes. ¨Iros a vuestro país…¨

Otra de las secretarias ve el comportamiento de su compañera hacia mí, y me dice: “Ve al Departamento de Atención a la Víctima“. Es allí donde la encargada de ese departamento me pide mi carné de identidad. Luego se dirige a la secretaria del juzgado para exigirle que me dé información. Después de ir al juzgado, ella me dice: “El juicio no se ha celebrado porque han devuelto el atestado a la Guardia Civil, ya que mi denuncia no se correspondía al testimonio que habían dado los agentes que se apersonaron a la vivienda“, declaración a la que al día de hoy no he tenido acceso. 

El propietario, después de que me quedé en la calle, cambió la cerradura de la vivienda y lo hizo aconsejado por la Guardia Civil. La Guardia Civil volvió a entrar a mi dormitorio sin mi autorización, sin mi presencia y sin una orden judicial. Tocando y revisando todas mis cosas. Tengo dinero en mi dormitorio y ahora no sé si está allí aún.

Una gran cantidad de noches he tenido que dormir en la calle. Siendo víctima de los efectos del clima (lluvia, sol y sereno); he tenido que ir a urgencias porque desde lo sucedido: se me han presentado ataques constantes de ansiedad, dermatitis causada por las picadas de insectos, y perdida del apetito, producto a que duré casi 72 horas sin ingerir alimentos ni agua, ya que no tenía dinero para comprarme nada.

Hoy, lunes 10 de julio del 2023, todavía sigo prácticamente en la calle y mis cosas encerradas en la vivienda. He hablado con el propietario de la casa, y dice que él está dispuesto a darme entrada a la vivienda hasta que se resuelva la situación, pero quiere tener un escrito del juzgado diciendo que lo autoriza. En el Juzgado me dicen que hay un procedimiento para eso, pero que deben ser los abogados los que deben asesorar.

Estoy a la espera de la decisión del juzgado por el juicio celebrado el 12 de junio. Juicio donde únicamente se reconoció delito de coacción, cuando según el Código Penal español, se pueden tipificar más eventos delictivos.

Acuso a las dos personas que entraron a la vivienda por allanamiento de morada, según el artículo 202 del Código Penal establece que “el particular que, sin habitar en ella, entrare en morada ajena o se mantuviere en la misma contra la voluntad de su morador, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años”.

Art. 172.1. C.P. Coacción El que, sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe, o le compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto, será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años o con multa de 12 a 24 meses, según la gravedad de la coacción o de los medios empleados.

Cuando la coacción ejercida tuviera como objeto impedir el ejercicio de un derecho fundamental se le impondrán las penas en su mitad superior, salvo que el hecho tuviera señalada mayor pena en otro precepto de este Código.

También se impondrán las penas en su mitad superior cuando la coacción ejercida tuviera por objeto impedir el legítimo disfrute de la vivienda.

Robo casa habitada de las llaves que se me había dado para tener acceso a la vivienda. Según el artículo 241.1 del Código Penal, el robo cometido en casa habitada, edificio o local abiertos al público, o en cualquiera de sus dependencias, se castigará con una pena de prisión de dos a cinco años.

Acusación a la Guardia Civil

No proceden a pedirle las llaves a los delincuentes cuando yo les comunico que me la han robado.

Les explico todo lo que me hicieron los delincuentes y lo que hacen es reírse de mí en frente de la vivienda junto con aquellos desaprensivos, como si fuese una gracia todo lo que hicieron.

Cuando voy a la comisaría a poner mi denuncia al inquilino por dejarme en la calle y con todas mis pertenencias encerradas, la Guardia Civil en principio no me quiere recibir la denuncia y me dice que abandone la comisaría. Luego me dicen que sí me la van a recibir pero que debo esperar fuera del local en un parque que hay al otro lado de la calle, cuando los demás que estaban esperando estaban en la sala de espera que hay dentro del recinto. Después de tenerme esperando más de tres horas de manera intencional, me dicen que al final no me recibirán la denuncia que vuelva al día siguiente.

Cuando procedo a pedirle a la Guardia civil acceso a la declaración de los agentes que se apersonaron a la vivienda, se niegan rotundamente y dicen que no me darán ninguna información. Procedí a pedir esa declaración, ya que uno de los agentes había dicho que lo que yo expuse en la primera denuncia, no se correspondía a lo que decían los agentes que se apersonaron en la vivienda.

También acuso a la Guardia Civil por allanamiento de morada sin una orden de un juez. La Guardia Civil aconsejó al propietario a que cambiase las cerraduras de la vivienda, entrando a mi dormitorio y revisaron mis pertenencias sin mi presencia ni mi consentimiento (esto lo dijo una de las agentes que se apersonó al domicilio y revisó mi dormitorio sin mi presencia ni consentimiento: ¨Yo revisé todo lo que estaba en tu habitación y no vi nada de dinero¨). Por lo cual, responsabilizo primeramente a la Guardia Civil, al inquilino y a estos delincuentes por cualquier cosa que me llegase a faltar, incluyendo las llaves.

Denuncio a la Guardia Civil por haberme acusado de usurpación de inmueble, cuando ellos revisaron toda la casa sin la orden de un juez, y verificaron que yo estaba viviendo allí y que estaba de manera legal, bajo el consentimiento del inquilino y que tenía todas mis cosas allí.

Acusación a la secretaría del Juzgado Número 3 de Parla

Acuso este juzgado porque cuando el lunes 8 de mayo, me apersono a esta secretaría con el objetivo de que se me diese razón de por qué no fue celebrado el juicio anterior, pues lo que hace una de las secretarias es decirme que me vaya a mi país que qué hago en España ocupando casas de los españoles. Un principio fundamental de un juzgado es la imparcialidad y con esta actuación, esta secretaria demostró que ella ya había tomado partido por una de las partes.

Acusación al inquilino de la vivienda

Como ya dije en mi denuncia, fue el primero que tomó la decisión de dejarme en la calle, ya que de manera intencional aprovechó que yo estaba en la comisaría y que no tenía llaves, para ir y cerrar la casa sin importarle que estuvieran mis pertenencias allí. Le rogué que al menos me dejase sacar mi ordenador que es mi herramienta de estudio y algo de dinero para sustentarme, pero no quiso hacerlo. Se sabe que aquí lo que ha habido es un cuasi contrato, ya que el inquilino y su pareja fueron los que me dieron de manera voluntaria acceso a la vivienda hace más de un año. Él conocía mi situación cuando me dejó vivir en su casa, lo difícil que era para mí conseguir trabajo y por ende un alojamiento.

¿Cómo llego yo a esa vivienda?

La vivienda está ubicada en la calle Finlandia 47 en Pinto, CP 28320. Resulta que el jueves 31 de marzo del 2022 mi amiga Johanna, en ese momento pareja de Alberto el inquilino de la vivienda, me dice que me vaya a vivir con ellos, yo les dije que está bien. Pero les hice saber que, debido a mi situación migratoria, se me hace difícil conseguir alojamiento. Ellos me dijeron que no me preocupe que podía vivir con ellos. Fue en esas condiciones que yo llegué a esa vivienda, con el consentimiento y aceptación del inquilino y su pareja.

Pido su ayuda, por favor. Muchas gracias.

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