España ha decidido intensificar desde este lunes las medidas para frenar la propagación de la gripe aviar, tras el sacrificio de más de dos millones de aves de granja en los últimos meses. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha puesto en marcha nuevas restricciones que incluyen el confinamiento obligatorio de las aves de corral en 1.199 municipios considerados de especial riesgo, ante el aumento de casos y el movimiento de aves migratorias.
Entre las medidas aprobadas, se prohíbe la cría de aves de corral al aire libre. Sin embargo, las autoridades podrán permitirlo si las granjas instalan telas o dispositivos que impidan el contacto con aves silvestres. También queda prohibido el uso de agua procedente de fuentes accesibles a aves silvestres, salvo que haya sido tratada para eliminar posibles virus, y se restringe la presencia de aves en ferias, mercados o centros de concentración animal.
El Gobierno ha pedido además extremar las medidas de bioseguridad en todo el territorio, especialmente en las explotaciones avícolas, y reforzar la vigilancia ante cualquier sospecha de enfermedad. Las comunidades autónomas podrán aplicar medidas adicionales, según las necesidades de cada zona, para reforzar la prevención.
La directora de la Asociación Española de Productores de Huevos (Aseprhu), Mar Fernández, ha reconocido que el sector del huevo está «bastante afectado» con casi 2,5 millones de gallinas sacrificadas, aunque confía en una mejora progresiva. “Las granjas han realizado tareas de limpieza y desinfección, y esperamos que puedan recuperarse poco a poco”, ha señalado.
Por su parte, el sector de la carne avícola, representado por Avianza, ha asegurado que su situación es más estable debido a las estrictas medidas de bioseguridad que aplican en las granjas cerradas. “Aunque no existe el riesgo cero, el sector está preparado, reforzado y plenamente operativo”, ha afirmado su secretario general, Jordi Montfort, lanzando un mensaje de tranquilidad sobre el abastecimiento y la seguridad alimentaria.