El tenista español Carlos Alcaraz ha comenzado con fuerza su participación en las Finales ATP de Turín, imponiéndose al australiano Alex de Miñaur por 7-6(5) y 6-2 en un partido que duró poco más de hora y media. El murciano, actual número 2 del mundo, demostró su capacidad para sobreponerse a los nervios y a un arranque lleno de altibajos, recuperando su mejor versión para cerrar el duelo con autoridad.
El encuentro arrancó en un ambiente espectacular en el Inalpi Arena, con luces, música y la expectación propia de un gran torneo. Alcaraz comenzó concentrado y logró un break en blanco en el cuarto juego (3-1), consolidando su ventaja con confianza. Sin embargo, a partir de ahí, su juego empezó a desestabilizarse: falló varios golpes de derecha y una dejada característica, permitiendo que De Miñaur igualara el marcador (4-4).
El australiano aprovechó la desconcentración del español para forzar un tie-break que llegó a dominar por 1-3 y 3-5. En ese momento, Alcaraz mostró frustración, pero supo reaccionar con garra y talento, encadenando cuatro puntos consecutivos para llevarse el primer set por 7-6(5). Esa remontada fue el punto de inflexión que cambió el rumbo del partido.
Ya en el segundo set, el murciano desplegó un tenis más variado y ofensivo, combinando potencia y precisión. Aunque De Miñaur intentó resistir con su habitual velocidad y defensa, Alcaraz aprovechó un nuevo quiebre para colocarse 3-1 y, poco después, consolidar su dominio con un juego en blanco. Su confianza creció punto a punto, y no dio opciones a su rival.
Finalmente, con un revés cruzado impecable, Alcaraz selló su triunfo por 6-2 y se situó como líder provisional del Grupo Jimmy Connors. El español demostró su madurez competitiva y su capacidad para transformar la frustración en energía. Como reflejó su actuación, “cuando Carlos encuentra el ritmo, es imparable”, señalaron los comentaristas tras el encuentro, destacando la fortaleza mental del joven campeón en su debut en Turín.