El Congreso de los Diputados ha rechazado este martes tramitar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que buscaba eliminar el blindaje legal de la tauromaquia en España. La propuesta, respaldada por más de 700.000 firmas ciudadanas, pretendía retirar a las corridas de toros la consideración de patrimonio cultural.
La votación fue clara: 57 votos a favor, 169 en contra y 118 abstenciones, entre ellas las del PSOE y la del exministro José Luis Ábalos, hoy en el Grupo Mixto. Con esa posición, los socialistas impidieron que la iniciativa siguiera adelante.
Sumar, Podemos, Junts, ERC, EH Bildu, PNV, BNG y Compromís votaron a favor de abrir el debate. En cambio, PP, Vox y UPN se opusieron con firmeza, defendiendo que la tauromaquia forma parte de la identidad y la cultura del país.
La abstención del PSOE fue decisiva. Su postura, que buscaba, según fuentes del partido, evitar una “polarización innecesaria”, ha generado malestar entre los grupos que impulsaban la ILP. Estos consideraban que, al menos, el Congreso debía debatir una cuestión que ha movilizado a cientos de miles de ciudadanos.
La decisión ha reavivado un debate que parecía dormido. Las organizaciones animalistas han lamentado el resultado y acusan al PSOE de “dar la espalda a la voluntad popular”. Recuerdan que el blindaje legal de la tauromaquia, aprobado en 2013, impide a las comunidades autónomas y ayuntamientos limitar los espectáculos taurinos por motivos éticos o de bienestar animal.
Desde Sumar y Podemos, los portavoces han calificado la abstención socialista de “error político y moral”. Argumentan que el Congreso perdió una oportunidad de actualizar la ley y escuchar la voz de una ciudadanía cada vez más contraria a las corridas de toros.
Por su parte, en el PSOE defienden su posición como una forma de mantener el equilibrio entre sensibilidades. Alegan que el partido está comprometido con el bienestar animal, pero que no quieren “alimentar un enfrentamiento cultural”.
Mientras tanto, los defensores de la tauromaquia celebran el resultado. Consideran que se ha protegido una tradición con siglos de historia y un peso económico y social relevante en determinadas regiones.
El debate, sin embargo, está lejos de cerrarse. La ILP no prosperará, pero el tema ha vuelto al centro de la conversación pública. España sigue dividida entre quienes ven en los toros arte y quienes solo ven sufrimiento.