El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un paso significativo en su intento por resolver el conflicto en la Franja de Gaza, al presentar un plan de paz que ha sido recibido con optimismo por la comunidad internacional, aunque rechazado por Hamás. La propuesta contempla la creación de un órgano de gobierno provisional denominado “Junta de la Paz”, que estaría presidido por el propio Trump y contaría con la participación de otros jefes de Estado y del ex primer ministro británico Tony Blair.
Según la Casa Blanca, esta Junta de la Paz tendría como objetivo supervisar la administración de Gaza a través de un equipo de tecnócratas y expertos internacionales, garantizando la reconstrucción del enclave y la implementación de reformas que permitan a la Autoridad Palestina recuperar el control. El plan también incluye la formación de una Fuerza Internacional de Estabilización (FIE), que se desplegaría de inmediato para garantizar la seguridad, prevenir el contrabando de armas y formar un nuevo cuerpo policial palestino que colabore con Israel y Egipto.
El horizonte final del proyecto es ofrecer una vía creíble hacia la autodeterminación palestina, con un Estado propio que refleje las aspiraciones del pueblo palestino. Además, se propone la creación de una zona económica especial con aranceles preferentes y un plan de desarrollo económico destinado a revitalizar Gaza y fomentar la estabilidad regional.
La propuesta ha recibido un respaldo significativo de líderes europeos y árabes. Entre ellos, Francia, Italia, Alemania y España expresaron su apoyo, destacando la necesidad de un diálogo profundo entre todas las partes y subrayando la importancia de la solución de dos Estados. El presidente francés, Emmanuel Macron, enfatizó que Hamás debe liberar a los rehenes y colaborar con el plan, mientras que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó la iniciativa como un “punto de inflexión” y urgió a todas las partes a aprovechar la oportunidad.
Asimismo, hasta ocho países árabes, incluyendo Turquía, Arabia Saudí, Qatar y Egipto, emitieron un comunicado conjunto apoyando el plan. Los ministerios de Exteriores de estos países destacaron la relevancia de garantizar ayuda humanitaria sin desplazamientos, la liberación de rehenes y la reconstrucción de Gaza, así como la importancia de una colaboración estrecha con Estados Unidos para lograr una paz duradera basada en la solución de dos Estados.
No obstante, Hamás ha rechazado la propuesta, cuestionando la legitimidad de la Junta de la Paz y la intervención internacional en la administración de Gaza. A pesar de ello, la comunidad internacional percibe la iniciativa como una oportunidad histórica para poner fin a años de conflicto y abrir un camino hacia la estabilidad regional.