Los seguidores de Charlie Kirk, el activista conservador asesinado el pasado miércoles durante una charla en una universidad de Utah, preparan un masivo homenaje en su memoria que contará con la presencia confirmada del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El evento, organizado por Turning Point USA —la organización fundada por Kirk en 2012 y actualmente presidida por su viuda— no será un funeral tradicional, sino una ceremonia conmemorativa destinada a resaltar el legado del joven líder. El acto llevará por nombre Construyendo un legado: recordando a Charlie Kirk.
La magnitud del homenaje se refleja en el lugar elegido: el State Farm Stadium de Glendale, Arizona, sede de los Arizona Cardinals de la NFL, con capacidad para más de 63.000 asistentes. Allí se espera una participación masiva de simpatizantes y figuras públicas que rendirán tributo a su trayectoria.
Kirk, de 31 años, falleció dejando esposa y dos hijos. Su asesinato, atribuido presuntamente a un joven identificado como Tyler Robinson, ha causado una fuerte conmoción en Estados Unidos.
Robinson permanece detenido sin derecho a fianza en la cárcel del condado de Utah y enfrenta cargos iniciales de asesinato agravado, descarga grave de un arma de fuego y obstrucción de la Justicia. Aunque aún no ha sido formalmente acusado, se expone a la pena de muerte vigente en Utah.
En declaraciones a Fox News, Trump expresó su deseo de que Robinson reciba la máxima condena. La investigación sigue abierta para esclarecer todos los detalles del crimen y su posible motivación.
Analistas apuntan a que este crimen refleja la profunda polarización política que atraviesa actualmente el país, lo que ha convertido el homenaje en un evento cargado de simbolismo y debate social.