Un grupo de unos 50 manifestantes intentó irrumpir en la carretera durante el paso de la caravana de la Vuelta a España, obligando a los ciclistas a esquivarles para poder continuar con la etapa.
El incidente se produjo a la altura del cruce de Becerril de la Sierra, a unos 18 kilómetros de la meta. Los manifestantes salieron a la calzada en el momento en que pasaba el pelotón con la intención de cortar el avance de la carrera.
El grupo de cabeza logró pasar por los laterales de la carretera, aunque los coches de apoyo y las motocicletas de la organización quedaron bloqueados. La Policía intervino rápidamente, reteniendo a los manifestantes e impidiendo que la protesta interrumpiera por completo la competición.
Pocos minutos antes, la organización de la Vuelta había decidido modificar el recorrido previsto a su paso por Cercedilla, debido a las protestas convocadas en apoyo a Palestina y contra Israel.
En lugar de atravesar el centro de la localidad madrileña, los corredores bordearon Cercedilla por la carretera de Los Molinos. Esta alteración del trazado impidió disputar el esprint intermedio bonificado, que otorgaba 6, 4 y 2 segundos a los tres primeros clasificados.