Varias agencias de la ONU han pedido un alto el fuego inmediato en Gaza tras declarar oficialmente la hambruna en la Franja. Más de medio millón de personas están al borde de la inanición, mientras los precios de los alimentos se disparan y la población carece de combustible y agua para cocinar. Organismos como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), UNICEF, la OMS y la FAO alertan de que la situación es crítica y podría empeorar en otras zonas del territorio.
Los funcionarios de estas organizaciones advierten de que la guerra solo agrava la crisis humanitaria. “La hambruna debe detenerse a toda costa”, afirmaron en un comunicado conjunto. La ofensiva israelí ha destruido gran parte de las tierras de cultivo y ha dejado inaccesibles cerca del 98% de estas zonas. Además, nueve de cada diez personas han tenido que abandonar sus hogares. El director general de la FAO, Qu Dongyu, aseguró que la prioridad es garantizar un acceso seguro a la ayuda humanitaria. “El acceso a alimentos básicos no es un privilegio, es un derecho”, destacó.
Según ha informado Europa Press, Cindy McCain, del PMA, señaló que las alertas de hambruna eran claras desde hace meses y urgió a aumentar el flujo de alimentos. Por su parte, UNICEF advierte de que los niños son los más afectados y que, sin un alto el fuego, la hambruna seguirá cobrando vidas.
La Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC) ha confirmado que Gaza se encuentra en la fase 5, la más grave, lo que significa hambruna. Más de 640.000 personas podrían encontrarse en esta situación en septiembre. Otros 1,14 millones están en fase 4, a un paso de la hambruna, en situación de máxima emergencia. Cerca del 98% de las tierras de cultivo están dañadas o inaccesibles y la mayoría de la población ha perdido sus hogares.
Desde la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus afirmó que poner fin a los ataques es un imperativo. “Los hospitales deben ser protegidos para que puedan seguir atendiendo a los pacientes. El sistema sanitario ya no puede soportar más”, declaró. La ONU insiste en que solo un alto el fuego permitirá que la ayuda llegue y que la población comience a recuperarse.
La hambruna no solo es un problema de alimentos, sino de vidas humanas. Cada día que pasa sin paz, la situación se vuelve más crítica. La comunidad internacional observa con preocupación cómo Gaza enfrenta su peor crisis humanitaria en años. La ONU hace un llamado urgente: detener la guerra y salvar vidas antes de que sea demasiado tarde.