Hoy: 24 de noviembre de 2024
El piloto neerlandés de Red Bull, Max Verstappen, se ha proclamado campeón del mundo de Fórmula 1 por cuarta vez consecutiva, tras finalizar en la quinta posición del Gran Premio de Las Vegas de este sábado.
El título no solo reafirma el dominio de Verstappen en la Fórmula 1, sino que también demuestra su capacidad para gestionar una temporada difícil y mantener el control, incluso cuando el campeonato se ha mostrado más competitivo que en años anteriores. La cita en Las Vegas es la vigesimosegunda y antepenúltima del Mundial, una carrera que estuvo marcada por el control de Mercedes, con un doblete logrado por los pilotos británicos George Russell y Lewis Hamilton, quienes se ubicaron en las primeras posiciones.
A pesar de que Verstappen no ha mostrado el mismo dominio aplastante que en años anteriores, en los que se coronó campeón en 2021, 2022 y 2023, le ha bastado para mantenerse por delante de su único rival real por el título, el británico Lando Norris (McLaren). Verstappen, que ha tenido que lidiar con más problemas técnicos y dificultades a lo largo de la temporada, ha demostrado su habilidad para adaptarse y gestionar las carreras. El Gran Premio de Las Vegas no fue la excepción, y su habilidad para finalizar justo por delante de Norris le permitió asegurarse el campeonato con antelación, aunque la victoria en la carrera fue para Mercedes.
Este campeonato, que llega al final de una temporada muy disputada, se ha logrado gracias a una sólida consistencia en las actuaciones de Verstappen y su equipo. El piloto neerlandés ha demostrado, una vez más, por qué está considerado uno de los mejores de la historia reciente de la Fórmula 1.
En Las Vegas, mientras Mercedes brillaba con su doblete, el español Carlos Sainz (Ferrari) logró un podio más en una temporada destacada, alcanzando su octavo podio. Por su parte, Fernando Alonso (Aston Martin) no logró sumar puntos, al terminar en la undécima posición, lo que pone fin a sus esperanzas de luchar por más en esta edición del campeonato. Sin embargo, el brillo de Verstappen no se ve opacado, ya que este cuarto título reafirma su estatus como uno de los pilotos más dominantes de la era moderna.