Familiares de presos convocan protestas en Meco y Soto y exigen que Marlaska explique la desatención de un diabético en coma

Plataforma SOS prisiones y Módulo 0: “Exigimos respeto a los derechos humanos y justicia para quienes sufren negligencias médicas, como la de Juan Antonio Flores”

Los familiares de los presos están hartos de las putadas que hacen algunos directivos y funcionarios de prisiones a internos, de la lamentable y triste estadística de suicidios entre rejas, de situaciones flagrantes de “maltrato y tortura y de desatenciones médicas” que bordean el delito…

Por este motivo, la plataforma SOS Prisiones y Módulo 0 han decidido echarse a la calle y convocar “a la ciudadanía” el próximo 12 de diciembre para que se manifiesten delante de las cárceles madrileñas, especialmente en las de Alcalá Meco y Soto del Real, a partir de las 10 de la mañana.

El enorme malestar de los familiares se ha desencadenado tras conocerse a través de Fuentes Informadas el caso del interno Juan Antonio Flores, quien hace un mes huyó durante un permiso de la infernal cárcel de Navalcarnero, dado que estuvo a punto de morir en la de Soto del Real por una gravísima desatención médica.

Y recientemente, además, le surgió otra patología, una úlcera sangrante que se extendía sin freno por el dedo gordo del pie derecho, fruto, además, de una grave diabetes; no quiere que le pase lo mismo que en Soto, habida cuenta de que su úlcera no recibía los cuidados mínimos necesarios. Y su objetivo es terminar de cumplir los dos años de condena que le restan y reanudar su vida con su esposa y cuatro hijos.

Hace un mes, durante un permiso, optó por no volver a la prisión, de forma temporal, hasta que pueda curarse fuera de la cárcel la úlcera, que le surgió hace dos meses, atizada por la diabetes, y que no se le cerraba. Y en la prisión, asegura, ni siquiera le daban los necesarios antibióticos.

Respeto a la dignidad humana

Los convocantes de las protestas han emitido un comunicado (que figura íntegro al final de esta información) en el que dicen “Basta ya”. “¡Basta ya de maltrato y torturas en las prisiones!”, aseguran.

Y añaden: “El sistema penitenciario debe garantizar la reinserción y el respeto a la dignidad”; “exigimos respeto a los derechos humanos y justicia para quienes sufren negligencias médicas, como la del preso diabético maltratado [en alusión al interno Juan Antonio Flores, quien tiene 44 años, está casado y es padre de cuatro hijos]”.

SOS Prisiones hace un llamamiento a la sociedad para que se unan a la manifestación convocada el próximo 12 de diciembre frente a las prisiones madrileñas y, muy especialmente, ante las de Soto del Real y Alcalá Meco. Clama contra “el maltrato y la tortura” en centros penitenciarios.

Y, asimismo, exige a los responsables penitenciarios, el ministro Fernando Grande-Marlaska, el secretario general de las cárceles, Ángel Luis Ortiz, y, en particular, al polémico director de Alcalá Meco, Pepe Comerón, que den explicaciones sobre graves negligencias médicas ocurridas en diferentes cárceles. Y especialmente lo sucedido con Juan Antonio, que consideran “intolerable e inaceptable”.

SOS Prisiones y Módulo 0 exigen a Ortiz que, por ejemplo, y entre otras fechorías sanitarias, explique las circunstancias de la grave desatención médica que ha rodeado la estancia en prisión del interno Juan Antonio Flores, que consideran una “flagrante violación de los derechos humanos y la dignidad de las personas, y que no pueden seguir siendo ignorados ni tolerados”.

Úlcera descontrolada

Juan Antonio Flores decidió hace un mes, tras un permiso, no reincorporarse temporalmente a su prisión, la de Navalcarnero, porque ni en esta ni anteriormente en la de Alcalá Meco le trataron la úlcera que padece, pero tiene previsto regresar voluntariamente a la cárcel.

Teme represalias y medita reincorporarse en algunas prisión del País Vasco o Cataluña, que tienen transferidas las competencias y gestión de las cárceles. No se fía de lo que puedan hacerle si regresa a la de Navalcarnero, donde le esperan con las uñas. Y ya está harto de arbitrariedades, tal y como ha venido relatando este digital en los últimos diez días.

Lo que le sucedió y le sigue ocurriendo a Flores en la cárcel es escalofriante. Aun así, ni Marlaska, ni Ortiz ni el alcaide/director de Meco, Pepe Comerón, han dado explicación alguna. Y eso que detrás de sus vicisitudes hay nombres y apellidos concretos. Pero ni Marlaska ni Ortiz han tomado medidas ni, de momento, dado explicaciones. Se tapan entre ellos. O no se enteran de las barbaridades que se cometen, por acción u omisión, en algunas prisiones.

Este periódico ha ofrecido a través de estas páginas a estos responsables de prisiones la opción de explicar lo sucedido con este interno, pero hasta el momento han dado la callada como respuesta. Como si el tema no fuera con ellos ni en sus sueldos, públicos, entre la obligación de dar explicaciones a los ciudadanos que se los pagan.

“Me han destrozado la vida”

Al interno Juan Antonio Flores le has destrozado la vida en la cárcel, pero no ya por la inherente privación de libertad, sino por el gravísimo déficit sanitario que sufrió en la cárcel de Soto del Real, en la que ingresó como una persona totalmente sana (el centro le contrató como socorrista y ordenanza del gimnasio) y salió de allí con un 75% de discapacidad. Y no es exageración: se lo ha reconocido oficialmente la Comunidad de Madrid.

Estando en Soto, no le trataron ni mínimamente un pequeño hematoma que sufrió en una pierna y este derivó en las siguiente semanas en una septicemia con metástasis.

Estuvo a punto de morir tras diez días en coma clínico. Lo salvaron, no la dejadez de los médicos de Soto, sino los del hospital Gregorio Marañón, al que fue trasladado in extremis por los responsables de la cárcel tras marearse en el centro y tener la fiebre por las nubes. A lo sumo, los médicos de Soto del Real le enviaban calmantes cada vez que acudía a ellos quejándose de fuertes dolores en su pierna derecha.

Nunca le dieron importancia a la hinchazón in crescendo que soportaba. Dos litros de pus le extrajeron de la pierna los médicos del Marañón. Sí, dos litros. Y los médicos de Soto, pese al creciente avance de la lesión día tras día, solo le prescribían analgésico, obviando llevarle a un hospital o hacerle una simple radiografía.

La grave dejación sanitaria de Soto del Real, aparte de asomarle a la muerte, le ha dejado importantes secuelas:, entre ellas, la diabetes, la tipo 1, la más grave; además de cojera (debido a la septicemia, que le llegó hasta la cadera, hubo que ponerle un fémur de titanio, dejándole una pierna cuatro centímetros más corta que la otra; en el Marañón incluso sopesaron amputársela).

También le ha dejado sordera y un glaucoma ocular, esto último debido a la alta tasa de azúcar en sangre que le provocó la desatención médica sin que los médicos ni siquiera se dieran cuenta: hubiese bastado un simple análisis.

Desastre sanitario

Pero el de Juan Antonio Flores no es el único desastre sanitario, rayano en el delito, que azota a buena parte de las cárceles y que es otro de los motivos de las protesta del colectivo SOS prisiones y Módulo 0.

De hecho, este interno se halla ahora prófugo, buscado por la policía, aunque su intención es volver a la prisión en los próximos días. Decidió no volver a la cárcel de forma temporal porque hace dos meses, estando en Soto del Real, el feudo de Pepe Comerón, el amigo del secretario general Ortiz, le afloró una úlcera en un pie, impulsada por la diabetes, y dentro nadie se preocupó de proporcionarle las curas adecuadas. No quería volver a arriesgar su vida, como le sucedió en Soto del Real.

Al ser diabético necesita cuidados muy especiales, dieta especial, que no le facilitó la prisión (se cuidaba él con un poco de Betadine que le facilitó otro interno a escondidas, pero eso, en un diabético, era insuficiente, necesitaba antibióticos, y en la cárcel no se los daban, segura Juan Antonio a Fuentes Informadas.

Y no solo no le atendieron, sino que Pepe Comerón ordenó su traslado, con la herida sin curar y vetándole de esta forma dos permisos de salida de cuatro y tres días que tenía concedidos por el juez, a la peor cárcel de Madrid, la de Navalcarnero. Y allí lo ingresaron en el módulo menos higiénico, el destinado a los drogadictos.

Flores necesitaba una adecuada atención médica y por eso aprovechó un permiso de salida en Navalcarnero para no regresar hasta tanto pudiera curarse la úlcera fuera de la prisión con los médicos de la Seguridad Social. Y a estas alturas, la herida ya está mucho mejor (obviamente está recibiendo antibióticos) y próximamente se reincorporará al centro. Pero teme a las represalias. Y algunos directivos en eso son maestros, según numerosos relatos de internos.

“Morir como perros en la celda”

El terrible caso de Juan Antonio Flores es solo un botón de muestra. Hay muchos internos que sufren graves desatenciones médicas. Desde internos a los que se les deja morir como perros solos en sus celdas sin que nadie se de cuenta hasta otros que piden sin éxito ayuda médica y luego son hallados sin vida.

Sin contar la enorme tasa de suicidios que hay en las cárceles. Tras publicar Fuentes Informadas el caso de Juan Antonio muchos familiares han contado con este periódico para contar los padecimientos de sus allegados. Los presos son seres humanos y tienes los mismos derechos fundamentales, entre ellos el de la salud, que el resto de personas de la calle.

Pero a juzgar por algunas actitudes, no todos los directivos y funcionarios de las prisiones (hay excepciones muy honrosas) parecen haber entendido que los presos no tienen que soportar el doble castigo de la pena y la vulneración del derecho fundamental a una sanidad digna.

En este momento, los dos grandes responsables de vigilar que se cumplan los derechos humanos en la cárcel son el ministro Fernando Grande-Marlaska y la persona a la que ha puesto al frente de las prisiones, Ángel Luis Ortiz, quien curiosamente fue juez de vigilancia penitenciaria de Madrid.

SOS prisiones: “Ya basta de torturas”

A continuación, reproducimos íntegro el comunicado de SOS Prisiones y Módulo 0 en el que se convocan la manifestación ante las cárceles de Soto y Alcalá Meco para el 12 de diciembre:

“A quien corresponda”

“Nos dirigimos a usted para alzar nuestra voz contra los actos de tortura y malos tratos que se han perpetuado dentro de los centros penitenciarios, específicamente en las cárceles de Alcalá Meco y Soto del Real. Estos actos, que son una flagrante violación de los derechos humanos y la dignidad de las personas, no pueden seguir siendo ignorados ni tolerados.

El caso de Juan, víctima de torturas en estas instalaciones, es un ejemplo desgarrador de cómo las personas privadas de libertad son sometidas a sufrimientos inhumanos y degradantes. Estas acciones no solo son ilegales, sino que también atentan contra los principios más básicos de justicia y humanidad.

Nos resulta inadmisible que los directores y responsables de estas instituciones continúen permitiendo, justificando o incluso participando en estas prácticas. La función de un sistema penitenciario debe ser garantizar la reinserción y el respeto a la dignidad de las personas, no perpetuar la violencia y el abuso de poder.

Exigimos una investigación inmediata, imparcial y transparente de estos hechos, así como la destitución y sanción de los responsables. Hacemos un llamado a las autoridades para que implementen medidas urgentes que aseguren el cumplimiento estricto de los derechos humanos en todas las prisiones del país.

No podemos permanecer en silencio ante estas atrocidades. ¡Basta ya de torturas! ¡Basta ya de impunidad! La justicia debe prevalecer y el respeto a la dignidad humana debe ser el principio rector de toda sociedad.

Realizaremos manifestaciones en sus centros para evitar que siga sucediendo”.