Hoy: 14 de noviembre de 2024
La investigación preliminar, que se presentará en el Simposio Científico de Reanimación 2024 de la Asociación Americana del Corazón, sostiene que cuanto antes inicie un reanimador no profesional, como un transeúnte, la reanimación cardiopulmonar (RCP) de una persona que sufre una parada cardiaca, incluso hasta 10 minutos después de la parada, mayores serán las posibilidades de salvarle la vida y proteger su función cerebral.
La parada cardiaca, que se produce cuando el corazón funciona mal y deja de latir bruscamente, suele ser mortal sin una atención médica rápida. Cada año se producen en EEUU más de 357.000 paradas cardiacas extrahospitalarias, con una tasa de supervivencia del 9,3%.
Esta investigación señala que las personas que recibieron RCP dentro de los dos minutos posteriores al paro cardíaco extrahospitalario tuvieron un 81% más de probabilidades de supervivencia hasta el alta hospitalaria y un 95% más de probabilidades de supervivencia neurológica favorable o supervivencia con discapacidad neurológica leve a moderada, en comparación con las personas que no recibieron RCP por parte de un transeúnte.
“Nuestros hallazgos refuerzan la idea de que cada segundo cuenta al iniciar la RCP por parte de un transeúnte, y que incluso unos pocos minutos de retraso pueden suponer una gran diferencia”, ha señalado el primer autor del estudio y miembro del Instituto del Corazón Mid America de San Lucas y la Universidad de Misuri-Kansas City, Evan O’Keefe.
“Si ves a alguien que necesita reanimación cardiopulmonar, no te obsesiones con el tiempo que lleva en el suelo, tus rápidas acciones podrían salvarle la vida”, ha asegurado.