Hoy: 23 de noviembre de 2024
La guerra de Gaza entre Israel y Hamás, que estalló un día como hoy, (7 de octubre de 2023), es el último episodio de un conflicto histórico y quinta esencial que ha conocido tantos escenarios como puntos de inflexión. En la era contemporánea, uno de ellos comenzaría con el plan de partición fijado por Naciones Unidas en 1947 para el establecimiento de dos estados, uno árabe y otro israelí, en convivencia, que con la perspectiva del tiempo cada día parece más inalcanzable.
Uno de los precedentes más inmediatos de la guerra que está ocurriendo actualmente tuvo lugar en 2006, el año de la llamada desconexión israelí de la Franja de Gaza, seguido de la posterior toma de poder al año siguiente protagonizada por el movimiento islamista palestino Hamás, autoridad indiscutible de un enclave bloqueado por las fuerzas israelíes.
Doce meses después comenzó el primer conflicto armado en la zona bajo esas nuevas condiciones; un enfrentamiento que conocería varias secuelas los años siguientes, pero ninguna ni remotamente parecida a la escalada actual, por número de víctimas, daños, desplazamientos forzados, y por la polarización extrema de las direcciones políticas tanto en el movimiento islamista como en el Gobierno israelí.
En la víspera del 7 de octubre, el sector ultranacionalista israelí, aliado imprescindible en el Ejecutivo del primer ministro Benjamin Netanyahu tenía su mirada puesta en una operación para cimentar su control en Cisjordania, aprovechando la vulnerabilidad de una Autoridad Palestina debilitada, mientras Hamás ultimaba su ataque contra una frontera carente de los recursos militares necesarios, según reconoció a posteriori el Ejército israelí, para defender la incursión masiva que se avecinaba.
Aproximadamente a las 06.30 de la mañana del 7 de octubre, el brazo armado de Hamás, las Brigadas de Ezzeldín al Qassam, acompañado de otros grupos armados y de civiles palestinos lanzó un ataque “coordinado y complejo”, según la evaluación posterior de Naciones Unidas y del Ejército israelí, contra las comunidades israelíes en la frontera con la Franja de Gaza, usando como cobertura el lanzamiento masivo de 2.200 cohetes contra Israel.
Más de 1.000 elementos armados palestinos de los mencionados grupos procedieron a perpetrar una matanza indiscriminada en 24 puntos del sur de Israel, principalmente contra el kibbutz de Beeri y festival de música Nova.
La masacre se saldó con más de 1.200 muertos, de ellas 809 civiles (al menos 280 mujeres y 40 niños, según el informe posterior de la ONU) y 314 militares. Un total aproximado de 14.970 personas resultaron heridas. Al menos 252 personas fueron secuestradas.
En torno a las 18.00, Israel declaró el estado de guerra por vez primera desde la guerra árabe-israelí de 1973: el principio de una operación militar sin precedentes contra la Franja de Gaza, con la movilización de 300.000 reservistas. Al mismo tiempo, en su frontera norte, las milicias del partido chií libanés Hezbolá terminaban de preparar su incorporación al conflicto.
En la mañana del 8 de octubre, las milicias de Hezbolá comenzaron sus ataques con cohetes contra las comunidades del norte de Israel, en el principio de la regionalización del conflicto y del endurecimiento de la estrategia del Ejército israelí que, enzarzado ya en tres frentes — después de que la insurgencia hutí de Yemen lanzara el 19 de octubre su primer ataque contra Israel desde el comienzo de la guerra — comenzaba el 27 de ese mes su invasión a gran escala de la Franja de Gaza.