Hoy: 22 de noviembre de 2024
Galicia se convierte en la nueva víctima de los incendios que afectan a Portugal. El siniestro deja huella en gran parte de la Comunidad, que ha amanecido con un espeso manto de humo y con la luna y el sol teñidos de rojo.
Las consecuencias de los fuegos del país vecino, que ya se cobraron siete vidas, son especialmente visibles en el sur de la comunidad gallega. De esta forma, la ciudad de Vigo amaneció con un intenso olor a humo.
Según fuentes de MeteoGalicia consultadas por Europa Press, la explicación de este fenómeno es un “efecto óptico” en el que parte de la luz del sol debe de atravesar una densa nube que contiene humo procedente de los incendios.
Así, la parte sur de la comunidad, especialmente Baiona y la ciudad olívica, sigue cubierta de nubes de humo, sin embargo, en Santiago –cuyo cielo también amaneció cubierto–, a medida que avanza el día ya está despejado.
En este sentido, han detallado las mismas fuentes, con el aumento de la temperatura la situación irá a menos, pero han advertido de que si los fuegos continúan y el viento del sur, puede haber una nueva entrada de humo.
Actualmente, la calidad del aire en las estaciones gallegas es favorable y buena y MeteoGalicia se encuentra monitorizando en tiempo real las partículas PM 2.5 (que son las que se forman con los incendios). “Hay pequeñas oscilaciones, pero no llega a haber avisos”, han detallado desde el organismo.
Meteored ha explicado, a través de su perfil en la red social X, que el humo se extiende por una superficie de 100.000 kilómetros cuadrados sobre el Atlántico.
Actualmente, Galicia registra cuatro incendios de más de 20 hectáreas todavía sin controlar que suman más de 300 hectáreas arrasadas. El municipio de A Gudiña sufre dos fuegos en las parroquias de Pentes –estabilizado– y Barxa –activo–, que queman 200 y 90 hectáreas, respectivamente.
Por su parte, Portugal ha decretado el “estado de calamidad” ante la virulencia de los fuegos y varias carreteras del país están cortadas. Además, medios de la UME se han desplazado al país vecino para luchar contra las lapas.