Hoy: 25 de noviembre de 2024
El Arzobispado de Burgos ha interpuesto una demanda de desahucio contra las exreligiosas del convento de La Bretonera, en Belorado, cuatro meses después de que las antiguas hermanas clarisas tomaran la decisión de desvincularse de la Iglesia Católica.
En un comunicado, difundido por Europa Press, el Arzobispado anunció que la demanda fue presentada la tarde del lunes 16 de septiembre ante el juzgado competente, con el objetivo de que las “exreligiosas abandonen el monasterio”.
Asimismo, el Arzobispado de Burgos ha repasado los acontecimientos que se han producido a lo largo de los cuatro meses desde que las ex monjas redactaran su Manifiesto Católico y anunciasen su intención de no obedecer a Roma ni plegarse a las decisiones del arzobispo de Burgos, Mario Iceta.
Así, se recuerda que tras la investigación previa canónica, y tras “agotar los recursos que les invitaban a reconsiderar su salida de la Iglesia católica, el pasado 22 de junio se declaró la excomunión y expulsión de la vida consagrada de las diez hermanas que se habían adherido al cisma”.
A partir de ese momento, las exreligiosas “carecen de título legal para habitar los inmuebles pertenecientes a los monasterios que ocupaban”, ha subrayado el Arzobispado de Burgos en el comunicado.
Asimismo, la Iglesia resaltó que actuó con “prudencia” al conceder un período de espera. Tras constatar que no hubo ningún intento de reconsideración por parte de las exreligiosas, los servicios jurídicos procedieron a presentar la demanda correspondiente ante el Juzgado de Briviesca.
Además, ha precisado que en el mencionado tiempo de espera se ha conocido la denegación de la inscripción en el registro del Ministerio del Interior de las asociaciones que las exreligiosas habían creado y “con las que pretendían transformar las entidades jurídicas canónicas de los monasterios en asociaciones civiles, algo que es jurídicamente inviable”.
Por último, la Comisión Gestora ha expresado su “preocupación por el estado de salud y el cuidado de las cinco hermanas mayores que conforman la comunidad monástica”, y ha aseverado que está preparada para atender cuanto antes todas las necesidades que precisen, todo ello con la colaboración de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu y de sus familiares.
Además, la Iglesia de Burgos reiteró “su disposición a ayudar en el camino de retorno a la comunión eclesial” de las exreligiosas, y aseguró que las acogería “con delicadeza y misericordia, a imagen de la parábola del hijo pródigo”.