Hoy: 20 de febrero de 2025
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dictado una sentencia condenatoria de dos años de prisión para un hombre que estafó la suma de 84.000 euros a una mujer con la que entabló relación a través de la popular aplicación de citas Tinder, destinada a conectar a personas en busca de una pareja sentimental.
El juicio concluyó mediante un acuerdo de conformidad entre las partes, en el cual el acusado admitió haber cometido lo que se ha denominado como una «estafa amorosa».
La ejecución de la pena quedará en suspenso bajo la condición de que el procesado no cometa delitos durante dos años y devuelva a la víctima el dinero que ilegítimamente se apropió, así como el valor de las joyas que esta le prestó y que no fueron devueltas.
Inicialmente, la Fiscalía solicitaba una pena de tres años de prisión, una multa de 2.400 euros y la devolución de 83.498 euros a la mujer. Finalmente, la condena se redujo a 21 meses de prisión y el pago de una multa de 540 euros por un delito continuado de estafa agravada, además de tres meses de prisión por apropiación indebida.
Según la acusación de la Fiscalía, el hombre conoció a la víctima en julio de 2021 a través de la aplicación de citas, donde supuestamente mostró interés en establecer una relación sentimental con ella, ganando su confianza de manera fraudulenta.
Una vez consolidada la confianza, comenzó a solicitarle a la mujer diferentes sumas de dinero bajo pretextos falsos, aprovechándose del afecto que ella sentía hacia él. La mujer, creyendo en sus palabras, transfirió 10.000 euros el 26 de julio y 60.000 euros el 2 de agosto desde su cuenta bancaria.
Además, le otorgó autorización para utilizar su banca electrónica y su tarjeta de crédito, mediante la cual se realizaron transferencias adicionales y retiros en efectivo por un total de casi 4.000 euros.
En una ocasión, estando ambos en la vivienda de la mujer en Ponteareas, el acusado solicitó prestadas unas joyas para mostrarlas a su hija, entre las cuales se encontraban anillos, pulseras, pendientes y un colgante, todo ello valuado en más de 400 euros.
La Guardia Civil logró recuperar parte de las joyas, incluyendo una esclava, dos juegos de pendientes, dos anillos y un colgante, para devolvérselos a la mujer.