Como quien se extravía de las buenas costumbres, da una cierta palpitación escribir hoy aquella sentencia de José Antonio Primo de Rivera: “España es una unidad de destino en lo universal”. Aún estoy por averiguar si es políticamente incorrecta la expresión por quien la dijo o por el contenido de lo que significa. De todos modos, con este temblor de que le llamen a uno facha, por los que verdaderamente lo son, se demuestra la verdad de quien dijo que aquí no hay sitio para un tonto más.
La unidad es un clamor que la inteligencia procura y desea, para ser más creativa. Para queel respeto y la concordia en la diversidadsean cauces comunes de la paz dichosa. Con tantas divisiones encrespadas, el destino nunca será universal, sino gallináceo en el corralito que no sabe ver más allá de la masía o del caserío.
Unamuno acertaba de nuevo al escribir: “Cuando un pueblo desaparece no es por aniquilamiento, sino por desunión”. Pero éstos no aprenden. No aprenden.