Hoy: 23 de noviembre de 2024
La ex primera ministra de Bangladesh, Sheij Hasina, enfrenta ya cerca de 70 acusaciones de asesinato por su papel en la represión de las masivas manifestaciones de mediados de julio, que culminaron con su huida a la India y dejaron un saldo de alrededor de 500 muertos, incluidos varios agentes de las fuerzas del orden.
En las últimas horas se han presentado seis casos más, en lo que ha venido siendo la tónica general desde que Hasina huyó a India y se depuraron ciertas instituciones con la llegada del nuevo gobierno interino que encabeza el Nobel de la Paz, Mohamed Yunus, a la espera de convocar nuevas elecciones anticipadas.
Varios miembros del gabinete de Hasina, como el exministro del Interior Asaduzzaman Jan, el secretario general de la Liga Awami y exministro de Transportes Obaidul Quader, y el ex jefe general de la Policía Chowdhury Abdullah Al-Mamun, también enfrentan acusaciones frecuentes.
Señalan a la Liga Awami de Hasina como uno de los principales responsables de la violencia durante aquellas semanas, cuando cientos de sus simpatizantes confrontaron a los jóvenes estudiantes que lideraron las protestas contra el sistema de cuotas en los empleos públicos.
Pronto, las movilizaciones dirigieron su atención hacia Hasina, quien ha gobernado durante quince años, según sus críticos, con puño de hierro, convirtiéndose en la jefa de gobierno con más tiempo en el cargo.
El 5 de agosto huyó a India, coincidiendo con una de las jornadas más sangrientas de las protestas. Si bien la mayoría de las acusaciones son por asesinatos de manifestantes concretos, también se han presentado contra ella y los suyos causas por crímenes contra la humanidad y genocidio e incluso secuestro.