Los buitres no descansan ni duermen ni reposan afilando sus picos de maltratar voluntades. Adonde descubren debilidad, posan sus garras y levantan en vuelo al animal herido. Huyen de los sitios seguros y merodean en aquellos donde nadie puede alcanzarlos.
…Nos han acostumbrado a vivir entre ambigüedades hasta el punto de hacernos creer que España existe. Pero es mentira. Mientras haya financiación singular, foros, cupos, zarandajas y comunidades históricas esto es un banquete donde los primeros son los que más comen y, a los demás, se encargan los buitres de acabar con ellos.
España es una mentira desalmada. Y la Constitución un traje sin pespuntes en el que cada uno mete la mano donde puede. Se escribió desde la inocencia sin contar con los que vinieron para mancharlo todo.
Hasta que no seamos vertebradamente iguales en derechos y deberes, no no descansarán los buitres.