Hoy: 23 de noviembre de 2024
Así se desprende de un estudio liderado por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas de Barcelona, en el que también han participado investigadores del Hospital de Clínicas de Porto Alegre (Brasil) y del Hospital Clínic de Barcelona.
Este estudio es el primero que analiza al detalle el amplio abanico de trastornos mentales existentes en la actualidad, recogiendo más de 93.000 casos que revelan una relación directa entre sufrir un trauma psicológico durante la infancia y el riesgo de desarrollar una patología mental años más tarde. “Se trata de la evidencia más sólida hasta hoy”, ha asegurado el doctor Benedikt Amann, investigador del Grupo de investigación en Salud Mental del IMIM-Hospital del Mar y del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) y autor del estudio.
Los traumas más habituales en la infancia son el abuso emocional, físico y sexual; las catástrofes; las muertes violentas; los abusos familiares o el acoso escolar, entre muchos otros. El hecho de haber sufrido una de estas situaciones durante la niñez provoca una secuelas físicas y psicológicas; esta última manifestada en forma de diversos trastornos mentales. Por ejemplo, el estudio revela que el abuso emocional —que es el trauma más frecuente— está asociado al trastorno de ansiedad, la patología más predominante entre la sociedad.
El estudio revela también la relación entre los traumas infantiles y patologías como la psicosis, la cuál está vinculada a todos los traumas; el trastorno obsesivo compulsivo o el trastorno bipolar. En el caso del trastorno límite de personalidad, el riesgo se incrementa hasta quince veces en caso de haber sufrido un trauma en edad infantil. Por todo ello, las personas con este tipo de patologías que han sufrido traumas previos en edad infantil, tienen un peor desarrollo de la enfermedad.
A tenor de los resultados obtenidos, el doctor Benedikt Amann ha lanzado un llamamiento para que los líderes políticos de los países actúen de inmediato. “Tenemos que tratar el trauma psicológico en nuestros pacientes, pero también tenemos que actuar en los ámbitos político y social para invertir más en prevención“, ha destacado el doctor. En concreto, Amann hace hincapié en “ayudar a las familias en la educación e instaurar programas para evitar casos de acoso escolar“, pues suponen “un factor de riesgo muy importante de padecer un trastorno mental, tanto para quien lo recibe como para quien lo ejerce”, ha explicado.
Además, la psicóloga Bridget Hogg, investigadora del IMIM-Hospital del Mar y también autora del estudio, considera que hace falta abordar las vivencias personales de los pacientes, ya que estas afectan a nivel emocional tanto o más que los factores físicos. “Se tiene que acompañar al paciente en su biografía, revisar realmente qué le ha ocurrido. Ahora preguntamos qué no funciona, pero no qué ha pasado en su vida“, una pregunta que “se evita” porque supone “abrir temas potencialmente dolorosos”, ha puntualizado Hogg.
En nuestro país, cada vez son más las personas que padecen algún tipo de enfermedad mental. En concreto 4’8 millones de españoles, según la Base de Datos Clínicos de Atención Primaria (BDCAP). En concreto, las patologías más comunes en España son: la ansiedad, que afecta al 6’7% de la población; la depresion (4’1%); la esquizofrenia (3’7%); el alzheimer (3’2%); el trastorno bipolar (2’3%); la fobia (2%); la anorexia nerviosa y la bulimia (1’4%); y el trastorno obsesivo compulsivo (1’1%).