Hoy: 23 de noviembre de 2024
Por JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ FORNET
Un grupo de mujeres españolas, blancas, una negra, al menos una lesbiana y una gitana han ganado el mundial de fútbol. ¿Eso tiene traslación a la política como pretende el Gobierno y sus voceros? No, esta selección es la prueba de quienes queremos una sociedad de iguales sin privilegios para territorios y personas como pretenden muchos partidos políticos.
Aunque en mi opinión todas las federaciones deportivas están podridas (puede haber alguna excepción que no conozco), Rubiales fue a por la pasta y el cargo y los que lo apoyan están en lo mismo. Es un pastel de mucho dinero, se ponen de acuerdo y se lo reparten. Es una actividad privada y los deportistas no tienen un sindicato fuerte que presione para llevar las inversiones a las pistas y campos de juego reduciendo el coste en salarios y gastos de los dirigentes. Estos viven con salarios más altos y menos controles que la casta política.
Debe dimitir o hay que cesar al macarra Rubiales por el beso, por tocarse los cojones en el palco, por sus declaraciones con insultos posteriores a quienes cuestionaban su comportamiento y por su presión a la futbolista. También debe dimitir o ser cesado el entrenador, Vilda, que ha presionado a la futbolista a través de sus familiares para favorecer a su presidente. Todo lo ocurrido con el presidente de la Federación Española de Fútbol es sucio. Además, se inventó unas declaraciones de la futbolista que ella no hizo y las difundieron desde la federación. Solo hay que ir a la hemeroteca para ver quién es Rubiales. Ha colocado en primera página de los medios de comunicación mundial su machismo macarra empañando la victoria de la selección. No había visto nunca un partido de fútbol femenino (tampoco veo los masculinos, ni siquiera al Betis, a quien sigo por radio) y he quedado sorprendido muy gratamente. Me ha parecido fútbol más real, menos técnico y táctico, más natural y desde hoy veré más.
Es un triunfo de las 23, del cuadro técnico y de muchas que no han estado en el mundial que llevan años luchando cuando ni siquiera tenían la condición de profesionales para llegar hasta aquí, incluidas las 12 que han faltado a la cita. Sin duda se equivocaron, tal vez algunas de ellas jugadoras del Barcelona que con una medida similar habían cambiado a su entrenador pensaron que podían hacer lo mismo en la selección. Como nunca se han explicitado las razones de tal proceder es imposible tener opinión al respecto. Luego viene el debate de lo que cobran unas y otros, de la atención mediática que reciben y hay que recordar a Álvaro Martín y María Pérez, campeones del mundo en 20 km. marcha y apenas han sido una noticia breve. Es la ley de la oferta y la demanda y la atención y lo que cobran depende de lo que generen en sus actividades. Si llenan estadios o muchos espectadores ven sus retransmisiones tiene un valor, y si los estadios están más vacíos y los ven menos, otro.
Las mujeres del fútbol y en otras especialidades son más transparentes, tienen menos tabúes sobre su vida personal. María Pérez ha contado que lo pasó mal por distintas circunstancias poco antes del mundial porque su mujer padeció un cáncer de estómago. En la selección femenina, alguna se ha referido también a su pareja mujer con absoluta normalidad, como debe ser. Quizás el público femenino todavía no está emponzoñado con las masas de cafres que acuden al fútbol masculino y de ahí que los futbolistas sean más reacios a expresar estas cuestiones íntimas personales. Solo hay que recordar lo que decían a Guti, Michel, Piqué y tantos otros para entenderlo.
Las mujeres han adelantado a los hombres en fútbol al conseguir muchos años antes que ellos el campeonato del mundo. Ello nada tiene que ver con políticas de este ni de otros Gobiernos y les harían un flaco favor a ellas si trataran de darle una connotación sectaria a lo que ha sido exclusivamente un esfuerzo deportivo. Campeonas por sí mismas.